Días antes de que se confirmara la baja de Daniel Alcaíno, con su personaje de Yerko Puchento, del Festival de Viña del Mar, el actor dio entrevistas sobre sus expectativas y sensaciones.

En conversación con Juan Pablo Queraltó, para el matinal de Chilevisión Contigo en la mañana, el intérprete recordó las pifias que recibió en el festival de Puente Alto.

Sobre su ‘fracaso’, argumentó que el público iba para “ver a un trapero que estaba al final. Desde las 5 de la tarde era un público juvenil, sin ningún adulto, que estuvo a todo sol. Hicimos el compromiso que teníamos de hacer 50 minutos, lo hicimos, pero obviamente no te diría que fue la gran noche”.

En ese contexto, explicó -según consignó BioBioChile– que los temas que trata en su rutina “son de gente que ha vivido 50 años sobre la faz de la tierra y en Chile”.

“Como decía Fernando González en la escuela de teatro: Nunca hay que echarle la culpa al público, fuiste tú. Y si fuiste a meterte para allá, debiste haber sabido a qué ibas”, expresó Daniel Alcaíno en la entrevista.

Juan Pablo Queraltó lo interrumpió y le consultó: “¿Sabes a lo que vienes acá?”, a lo que él respondió que “por supuesto”.

“Tengo 30 años trabajando en el Festival de Viña fuera del escenario. Una risa de 30 mil personas es una ola gigante y estoy acostumbrado a estar en olitas chicas, pero a estas olas gigantes hay que saber medirlas, saber entrar y salir”, cerró.

Por lo mismo compartió su felicidad, sobre todo porque en varias ocasiones negoció para subirse al escenario, pero no logró concretar.

Cómo iba a ser la rutina de Daniel Alcaíno

“Creo que después de 21 años con el personaje, nos merecíamos ir a Viña. Tuvimos muchos baches en el camino de esta historia, donde no llegábamos a acuerdo por una u otra razón, como nuestras líneas editoriales”, explicó.

El actor aseguró que sentía temor de aquella presentación, pues “es como pelear con Mike Tyson”, añadiendo que lo embargaba la ansiedad: “En la que me metí”, bromeó.

Finalmente, en aquella oportunidad dijo que su rutina “iba a ser más divertida que hiriente”, pues reconoció que en ocasiones “se nos pasó la mano”, agregando que el 50% iba a estar relacionado con la política.