Andrés Cid, más conocido como Perfecto Bundy en el mundo de la lucha libre, fue uno de los semifinalistas de la tercera temporada de MasterChef Chile, ganándose el cariño del público.
Allí, compartió con Yuhui, quien se convirtió en el flamante ganador de la reciente temporada de El Discípulo del Chef.
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“Fue como ganar un Grand Slam”, dice Bundy a Página 7, sobre el triunfo de su amigo, a quien acompañó en la decisiva jornada en el Casino Monticello. En dicho lugar, dialogó con nuestro medio sobre su presente.
“Ahora estoy trabajando en una empresa de alimentos de mascotas”, cuenta, aunque explica que intentó trabajar en su propia sanguchería, pero la pandemia lamentablemente le puso freno.
“Eso hizo que me dedicara a otra cosa, además sigo luchando, porque soy un luchador que pasó por la tele y no al revés. En enero se cumplen 25 años desde mi debut y quiero continuar trabajando para que la lucha libre sea más conocida para las nuevas generaciones”, añade.
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Respecto a la posibilidad de retomar su emprendimiento, Bundy comenta que “estamos juntando capital” y que su idea es “hacer innovaciones, sabores únicos y los que me representaban, que son tamaños gigantes”.
“Uno de mis grandes problemas en Masterchef es que era todo chiquitito, había un concepto de que lo grande era grotesco… ¡A la mierda lo grotesco! Eso era lo que me representaba. Espero poder entregar eso, sabor, tamaños contundentes y a un buen precio”, asegura.
¿Volvería Perfecto Bundy a un programa de cocina?
¿Volvería a competir en televisión? Bundy indica que “tendría que pensarlo mucho, aunque me gusta la competencia. Constantemente me estoy probando”.
De hecho, revela que lo llamaron de El Discípulo del Chef, pero que no aceptó por motivos personales. “Cuando vi la competencia, dije: ‘En lo que me hubiera metido’, porque era difícil y el nivel era alto. Pero siempre está el bichito de probarse a sí mismo”, afirma.
Por último, confiesa que, de no haber tenido esos inconvenientes en aquel minuto, “hubiera ido de cabeza, a lo mejor me iba al principio, pero no perdía nada. Si te tiras a la piscina o nadas o te ahogas. Pero quedarte en la duda es lo peor que puede pasar”.
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