La noche del viernes, Paty Maldonado estará conversando con Jean-Philippe Cretton y otros cuatro invitados en el programa Podemos Hablar. En esa instancia, la cantante y opinóloga hará varias confesiones sobre su vida sexual.

En un momento de la noche, según el adelanto al que tuvo acceso Página 7, la mujer contará cómo vive la intimidad con su marido a los 71 años: “Se vive distinto, más pausado, de común acuerdo”.

“Cuando tenemos ganas, lo hacemos. Poco, pero lo hacemos… Lo pasamos bomba, con todo, lo disfrutamos plenamente“, añadió, detallando que lo hacen “sin ayudita”, pues le preocupa que el uso de viagra pueda causarle problemas cardíacos a su esposo.

Patricia será quien llegue a la entrevista más extensa en ‘el bar’, donde revelará un particular recorrido por moteles de Santiago, asegurando también que su habitación favorita ha sido la ambientada en África.

“No me gusta el disfraz, prefiero en pelotas, con luz prendida… El sexo es una cosa fantástica, es sin pudor. Mirar todo lo que está pasando, mirarte a la cara, cuando te poní weón (sic), todo”, reconoció en el espacio de Chilevisión.

La vida sexual de Paty Maldonado

Respecto a cómo se enamoró de Jorge Pino, Paty Maldonado aseguró que “era un hombre estupendo, todavía le queda material. Era muy amoroso, muy alegre”.

En esa línea, destacó que el sentido del humor ha sido fundamental en la relación. “Él siempre me ha hecho reír, pero la primera vez que lo vi, lo mandé a la mierda. Sucede que fui al Confetti, el local de Jorge, y lo vi en la caja. Se me abrió el apetito al verlo, y nos presentaron”, contó.

El hombre se acercó a la mesa y le preguntó a Patricia a qué se dedicaba. “Aaah, dije yo. Venía llegando de EE.UU. con todos los reconocimientos que te puedes imaginar. Fue un golpe al ego”, explicó.

“Bueno, yo le dije ‘tengo casa de putas y estas chicas que tú ves (estaba mi hermana y mi mamá) son mis trabajadoras’. ‘Disculpa’, me dijo, ‘yo no vivo en Chile’, y así nos conocimos”, recordó.

Finalmente, la expanelista de Mucho Gusto confesó que tuvo un despertar sexual bastante tardío debido a la influencia conservadora de su padre.

“Yo siempre pololeaba con gente mayor. Eran hombres correctos, salíamos a pasear y nunca nada de nada… Olvídate. Hasta que, a los 24 años, él tenía 49, le dije cara de raja que me llevara a un motel, porque quiero saber, quiero experimentar”, señaló.

“Me sentía en edad de merecer y fue mi primer hombre. Fue una experiencia impecable, sin traumas, sin nada. Un sexo maravilloso”, concluyó.