La tarde de este miércoles, el programa Más Vivi que nunca recibió como invitada a Anita María Muñoz, más conocida en el medio como la Zapallito Italiano.

Durante la conversación, la entrevistada recordó cómo llegó a convertirse en la ganadora del espacio ‘Chica Techno’ del Extra Jóvenes, y también los estereotipos de belleza que derribó al irrumpir en la televisión de los años 90.

Sin embargo, también repasó su historia personal, detallando lo difícil que fue su infancia por vivir en distintos hogares de acogida e internados.

“No sé si decir desafortunada o afortunadamente, pero mi madre no se hizo cargo de mí. Fue más fácil dejarme, y los motivos que haya tenido son de ella”, dijo Anita María.

“Creo que nos debemos esa conversación ambas. Yo he tratado de tenerla porque necesito sanar cosas de mi pasado y cerrar el ciclo. Tengo preguntas como toda niña”, añadió, dejando entrever que las cosas con su mamá no están resueltas.

Zapallito Más vivi que nunca
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Búsqueda de la madre biológica

“La Isabel, la mujer que me engendró, yo le pude haber perdonado que me dejara en un hogar, pero que no me haya ido a ver… ¿Por qué? Si todas mis compañeritas que estaban ahí por motivos de familia, sin padres o porque no había para alimentarse, pero a todas las iban a ver. Un hermano, una tía, alguien”, recordó Muñoz.

“Siempre me preguntaba, ¿por qué a mí no?”, reveló en un conmovedor momento.

“Tiempo atrás viajé para conversar con ella. Se llegó hasta a enfermar, como excusa creo yo, para no tener esa conversación conmigo“, dijo Zapallito Italiano.

Si bien aseguró que no tenía intención de juzgarla ni criticarla, sí reconoció que “quería escuchar su historia de vida, y con eso me quería quedar. Pero debe tener tanto miedo y tanta culpa, que no se animó“.

Anita María Muñoz infancia abandono
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Carencias afectivas y su propio proyecto de familia

Recordando su paso por distintos hogares de menores, marcada por el abandono de su mamá, Anita María Muñoz confesó que no se portaba bien, y era una de las más traviesas del grupo. “Creo que era la única niña a la que le sacaban la cresta las monjas”, indicó.

“Me castigaban sin alimentos, o con palizas muy fuertes. Y mientras más me pegaban, más mal me portaba. Era la única manera de llamar la atención para ver si alguna de esas monjas o de las tías me hacía algún apapacho“, reconoció también.

Según contó, efectivamente había una tía -la Charito- que era más amorosa con ella, y le convidaba comida escondida cuando la castigaban sin postre o sin pan.

“Aunque te sacaras buenas notas, nadie te celebraba. Tú no eres nada; te tenían ahí para cuidarte, entre comillas, y para que no te mandaras cagadas”, explicó.

Sin embargo, con los años, Zapallito Italiano dio vuelta las cosas. “Tuve tanta carencia de amor y atención, que me propuse yo misma tener mi familia. Tenía tanto para entregar, que dije ‘tengo que tener mis propios hijos y un partner a mi lado para formar un hogar’. Dicen que soy una niña de hogar, pero eso donde crecí no era un hogar, solo era un lugar”, concluyó.