Sebastián Layseca fue el más reciente invitado al podcast Impacto en el Rostro. Allí el actor reveló una incómoda situación que vivió cuando realizó una participación especial en la teleserie Papi Ricky.

“Me tocó un director que era, no vamos ni a nombrarlo, pero que tenía algo de esa escuela de maltratador, de persona que gritaba por el sono, llamándote la atención de una forma súper abusiva”, comenzó diciendo el intérprete.

“De esas cosas hay que armar de tripas corazón, hacerte el desentendido”, agregó Lyseca, quien contó por qué no denunció estas prácticas en su minuto.

“De alguna forma, uno está cuidando ese espacio. Desde la perspectiva deformada del patriarcado, el hombre se defiende solo, el hombre tiene que echar la choreada o comérsela no más si te sientes agredido”, manifestó.

Pese a esto, indicó que igualmente hubo unos “gallitos” y “choreza” de su parte, ya que “yo tampoco me quedo muy callado, pero siempre con el temor de que se me cierren los espacios, de que este castillo de naipes, que ya es frágil, se vaya a la cresta”.

Uno va cuidando el espacio laboral (…) tal vez el denunciar puede ser una alternativa, pero tú sabes que uno denuncia y de alguna forma pasa al lado del victimario”, afirmó, agregando que el denunciante pasa ser “el sindicalista, el hueón tincado, atadoso, ese rol es complicado”.

Layseca: “Esas prácticas han ido desapareciendo”

Asimismo, indicó que para tomar esa decisión, “hay que tener mucho carácter y seguridad en sí mismo, y, por lo menos, yo no lo tengo para haber denunciado un hecho como ese”.

Por último, Layseca expresó que actualmente “esas prácticas han ido desapareciendo. Yo no tuve que decir nada de este personaje, él recibió quejas de otros ámbitos. Ese director se fue porque cayó por su propio peso”.

“Es una cobardía burlarse de alguien que tiene menos poder que tú (…) los gritones, los ogros, los déspotas han ido desapareciendo y ha quedado la gente con mayor evolución”, cerró el actor.