Hace unos días, Nicolás Poblete reveló haber sufrido abusos por parte de un tío, el psiquiatra Alfredo Pemjeam.

“Tuve crisis de pánico desde los 9 años hasta los 33, cuando supe por qué tenía este síntoma que no entendía”, manifiesta el actor que forma parte de la película Mensajes Privados, dirigida por Matías Bize.

Jamás lo quise contar para sentirme condescendido por el resto de la gente, sino que no lo podía seguir guardando”, agregó el actor, que cuenta su historia en el largometraje.

Asimismo, manifestó que “no lo conté a nadie ni le grité a Chile quién era esta persona, me lo guardé durante años y él, que se cree tan brillante, creyó que escondería su crimen haciéndonos creer a mi hermana y a mí que teníamos un problema en la mente durante 35 años”, sostuvo sobre Pemjeam.

Poblete: “Pensaba que estaba loco”

Ahora, en conversación The Clinic, Poblete, que recibió un importante reconocimiento en el Festival de Cine de Málaga, comenzó explicando por qué decidió hacerlo público ahora y a través de esta cinta.

“El cerebro bloquea traumas y estos se evidencian cuando el individuo logra tener a su alrededor un ambiente amable, capaz de contener tan traumática verdad. Es por eso que los tiempos para hablar no están determinados y dependen de la biografía y desarrollo de vida de cada persona en particular“, sostuvo el intérprete.

“Creo que canalizar nuestras biografías y mostrar nuestros dolores o nuestras alegrías a través de las artes, es la manera más sana de dialogar. Esta fue para mí la oportunidad de llegar a lo que creo más profundo de mi oficio actoral”, añadió.

Respecto a las huellas que dejaron estos episodios en su vida, Nicolás indicó que “yo pensaba que estaba loco, al igual como pensaba mi hermana. Parte del daño es confundir sintomatologías de abuso con sintomatologías atribuibles a enfermedades psiquiátricas que NO tenemos”, expresó.

Silencios cómplices

En este sentido, confesó que el apoyo de su círculo más cercano fue fundamental: “Agradezco enormemente el apoyo de mis padres, de mis hermanos, mis amigos y por supuesto de la persona que estuvo junto a mí día y noche todo este largo proceso de reparación”, afirmó.

Sin duda este apoyo es determinante a la hora de abrir la verdad. Es un dato conocido que la abrumadora mayoría de las personas que hablan, dicen la verdad. No logro imaginar el dolor que debe sentir alguien que, decidiendo hablar, no es escuchado”, añadió a su relato.

Asimismo, Poblete habló de qué cambió en su familia, tras revelarse estos hechos de abusos: “Se fortaleció nuestro amor, que siempre ha sido enorme”, aunque también apunto a los silencios cómplices y encubrimientos que pudo haber en ese mismo círculo.

“Todo aquel que defiende a ciegas, podría llegar a ser cómplice”, fue claro el actor, que también respondió al emplazamiento de Pemjean de llevar el caso a la justicia.

“Mi desafío biográfico y artístico no lo determina él. No sé si lo he superado y no creo ser yo tampoco quién tenga la última palabra al respecto. Lo que yo sé, es que he hecho todo lo posible”, cerró Poblete.

 

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