El pasado sábado se emitió un nuevo capítulo de La divina comida por CHV, que tuvo de invitados al periodista Simón Oliveros; al ex Discípulo del Chef, Camilo Huerta; la cantante, Karen Bejarano, y la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro.

De hecho, fue la máxima autoridad municipal quien cerró la última noche en el estelar, donde contó detalles de lo difícil que fue su infancia.

La administradora pública contó que en su niñez vivió en “un hoyo, en un pozo arenero. Ahí se fueron mis papás a vivir por la urgencia de no tener casa. Después se fueron a la comuna de La Pintana”.

Luego, añadió, que a los cinco años llegó a vivir a Pablo Rokha. “Mis papás llegaron a la operación sitio, que era un pedazo de terreno sin luz ni agua. Yo estudié primero en un bus y después en una mediagua”, relató.

Pizarro reveló que “toda mi vida ha sido de pobreza, como muchos vecinos. Como pobres nosotros tenemos muchas cicatrices”.

Incluso, contó un duro momento que vivió cuando era niña. “Me quemé a los dos años porque se cortó el gas y mi abuela había cocinado con leña, se da vuelta la olla y me quemó toda la pierna derecha”.

Claudia Pizarro
Captura

“Me hicieron injertos de piel, nunca me puse vestidos, trajes de baño tampoco, escondí mucho mi cuerpo”, añadió.

A sus 57 años, sostiene que “no lo escondo, pero lo que significa es que yo vengo de un lugar, una pobladora que llega a ser alcaldesa, y yo no me olvido de esos orígenes porque mi cuerpo tiene cicatrices de la pobreza”.

Finalmente, explicó que “como alcaldesa podría borrarlas, pero no lo quiero hacer, todos los días me acuerdo de donde vengo y a eso yo tengo que ser fiel cada vez que tomo decisiones”, concluyó.