El tema de conversación este lunes fue la cachetada que le dio Will Smith al comediante Chris Rock, durante los Premios Oscar, luego que bromeara a su esposa.
En redes sociales, televisión y radio se debatió sobre su reacción y qué haría cada uno en una situación similar.
Por ejemplo, José Antonio Neme aseguró en el matinal Mucho Gusto que él hubiera reaccionado igual que el actor.
“A mí no me vengan con hueás, yo haría lo mismo de Will Smith. Si tú haces eso en televisión abierta y te ríes de una situación que ha sido muy delicada para nosotros, sí, yo me paro y hasta ahí no más llegamos”, recalcó.
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El equipo de Los Tenores de radio ADN también comentó al respecto, en medio de lo cual Juan Cristóbal Guarello recordó un encontrón que tuvo con Yerko Puchento.
Recordemos que el personaje de Daniel Alcaíno suele reírse de los famosos e, incluso, de los momentos complejos que han vivido.
En ese contexto, el periodista deportivo recalcó que “tú pones el límite del cual te puedes reír, pero después tienes que asumir las consecuencias de lo que haces”.
“Lo agarro y lo saqué a patadas en la raja”
El comentarista aprovechó de recordar el encontrón que tuvo con Yerko Puchento cuando trabajaba en Chilevisión.
“Yo debo confesar que con un personaje de la televisión estuve a 25 segundos de agarrarlo a charchazos en el hocico. El hueón era muy mal intencionado, te cortaba el micrófono”, aseguró, agregando que “no es capaz de aprenderse una línea”.
“La pulenta es que una vez, cuando yo trabajaba en Chilevisión, este disfrazado de Yerko Puchento se fue a meter a la isla de edición; yo con el agua al cogote, tenía que despachar dos notas (…) lo agarro y lo saqué a patadas en la raja”, detalló Guarello.
Según el periodista, ese día “lo agarré de un ala y le dije ‘Sal de acá, si quieres hacer una talla me cuentas y la hacemos, pero yo estoy trabajando ahora, tengo las noticias en media hora y no tengo tiempo para payasadas'”.
Finalmente, contó que “después se acercó a mí y llorando me dijo ‘no me puedes tratar así'”, y que, posteriormente, “llegó el libretista a reclamarme”.
“Después de eso Yerko nunca me perdonó”, cerró.
