“Yo soy el arroz ahí, el acompañamiento. Mi misión es que los chiquillos coman bien, que los invitados coman bien y si me preguntan alguna cosa, me voy a matar de la risa contestando, pero no interrumpo a los conductores”, dice Rodrigo Barañao.

El destacado chef resume así su incursión en el programa Socios de la Parrilla, que se estrenó hace unos días por las pantallas de Canal 13, que ha contado con Cecilia Boloocco, Luis Jara, Rodrigo Bastidas y Gonzalo Valenzuela como invitados.

El cocinero, encargado de atender a los comensales en el espacio conducido por Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot, conversó con Página 7, para entregar algunos detalles del ‘Lado B’.

Sin embargo, Barañao comienza entregando sus impresiones, acerca de esta nueva experiencia televisiva: “Se nota altiro cuando uno lo pasa bien. Se dio la posibilidad de hacer algo distinto y me siento súper cómodo y contento de que vayan saliendo nuevas cosas en esta misma onda de reírse y pasarlo bien”, indica.

¿Cómo es su relación con el trío de conductores? “Es para matarse de la risa”, dice Barañao. “Cuando nos maquillamos juntos, echamos la talla y siempre me agarran para el leseo. Se han portado muy bien conmigo, un siete”, asegura.

El más desordenado y el que pone orden

Barañao cuenta algunos detalles de la interna del programa de Canal 13, como por ejemplo, que la grabación de un capítulo puede extenderse desde las 3 de la tarde a la 1 de la mañana, pero nunca se pierde el sentido del humor.

También define a cada uno de los conductores y explica cuál es la personalidad de cada uno: “El más desordenado es Zabaleta, es muy parecido a mí, como el que se sentaba en la última silla en el colegio, tiraba la talla y estaba siempre con el hueveo. Tiene siempre historias y la talla precisa”, cuenta.

En cuanto al que pone orden, Barañao no duda: Pancho Saavedra: “Los tiene cortitos”, dice con humor sobre el animador de Lugares que Hablan, a quien definió como un líder dentro del equipo.

Es alto, grande, buena facha, muy simpático… un líder innato, que dirige toda esta locura en cada grabación. Él es como el director general, todos lo respetan y lo quieren”, cuenta el chef.

Por último, se refiere a Pedro Ruminot: “Es una persona que tiene la talla ahí piolita, que en tres segundos te analiza y te lanza la talla precisa. Es muy observador y se nota que es agradable y una muy buena persona”, sentencia.