No todo ha sido color de rosa para Rocío Marengo. La modelo estuvo de invitada en el late Pero con respeto, donde reveló pasajes desconocidos de su vida, sobre todo cuando ingresó a Playboy.

“Para que entiendan un poco lo que me pasó a mí… vos sabés que hice Playboy para hacer terapia, para sentirme que me estaba superando a mí misma”, partió señalando.

En ese sentido, contó que “siempre fui muy pudorosa, muy ‘ay, que me da vergüenza’, que ‘no me gusta mi cuerpo’”.

Marengo explicó que le habían ofrecido teatro de revista, en un rol más de comedia, “no tanto de mostrar el cuerpo. Sexy, pero no tanto. Pero yo sufrí un montón y me costaba hacerlo, pero tenía que hacerlo porque era un buen espectáculo de revista con Carmen Barbieri”.

Añadió que “con Carmen dije ‘yo me tengo que superar, me tengo que querer’, porque o sino es un sufrimiento trabajar en algo en que estás expuesta”.

Su decisión de hacer terapia

Debido a lo insegura que se sentía con su cuerpo, Marengo tomó la decisión de hacer terapia para aprender a quererse.

“Hice terapia para aprender a quererme, para superarme, para que no me dé vergüenza las cosas. Fui a un psicólogo en plena temporada de teatro en Mar del Plata. ‘Mirá, trabajo con mi cuerpo, me da vergüenza, no me quiero, no me gusto’. Y empecé a hacer terapia”, contó.

Agregó que “yo no puedo pretender que me quieras, o gustes de mí, si yo misma no me quiero’. Y dije ‘me gusto’”.

Tras esto, decidió incursionar en Playboy, revelando que “me llega la propuesta, una oferta económica muy importante, y bueno… dije ‘estoy preparada’. Y ya me endulcé y fui por la segunda. Como mi perfil siempre era muy tranqui, de repente en Playboy fue muy vendida. Y luego me eligieron para ser tapa nuevamente de un número que era aniversario”.