Alfonso Castro ganó popularidad y sin duda el cariño de la gente, luego de alzarse como el gran triunfador de la segunda temporada de Masterchef Chile.

Pero tras su paso por el espacio gastronómico de Canal 13, sus planes están alejados de la pantalla. Es más, hace pocos días cumplió un sueño personal que tenía desde hace mucho tiempo y lo hizo junto a una fiel compañera: su motocicleta.

El hombre de 69 años emprendió rumbo a la Carretera Austral, un viaje que tenía planeado hace un tiempo, pero que primero tuvo que postergarlo, debido a las restricciones de la pandemia. Finalmente, el pasado 21 de noviembre pudo concretarlo.

“La idea era recorrer la Carretera Austral hasta donde termina. Hice bastante kilómetros, casi como 4.500 ida y vuelta“, cuenta Alfonso a Página 7, agregando que hizo el viaje junto a un amigo y la polola de este.

El ganador de Masterchef añade que lo vivido “es un sueño de todas maneras. Hace tanto tiempo que lo tenía pensado, veía los paisajes y eran bonitos. Me metí a YouTube a ver gente que ha ido en moto para allá y ahí se empieza a meter el ‘bichito'”, explica.

Sin embargo, también hubo dificultades en el trayecto: “Yo me tiré en una scooter y normalmente quienes van para allá, lo hacen con motos grandes, porque hay lugares que son caminos de tierra, muy duros”, afirma.

Las complicaciones

Y precisamente con eso se encontró en algunas localidades. “Para ir a conocer Futaleufú nos desviamos por un camino de tierra de casi 140 kilómetros ida y vuelta. Fue muy duro. Sabía que había caminos de tierra, pero nunca pensé que la tierra estuviera tan suelta. Eso fue lo más complicado“, confiesa a nuestro medio.

No obstante quedó maravillado con los paisajes: “No conocía nada de allá y es muy bonito”, dice Alfonso que ya se encuentra planeando sus próximas salidas, una a La Serena el último fin de semana de enero; y otra a Radal 7 Tazas, durante el primer fin de semana del año.

Por último, Castro explica esas ganas de movilizarse constantemente: “Tú sabes que uno va en regresiva, que los años van pasando y va a llegar el momento en que no voy a tener carnet para manejar o me va a costar mover la moto. Así que donde me invitan salgo y si no, yo me invento los viajes“, cierra.

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