Para Vanesa Borghi, su participación actual en El Discípulo del Chef ha sido una experiencia “fascinante”, pues de hecho nunca pensó que iba a disfrutar tanto de la cocina.

“No me quiero ir y no quiero que me echen para poder seguir aprendiendo”, reconoció en una entrevista reciente con Las Últimas Noticias, donde destacó el compañerismo que han mantenido en el equipo rojo, donde todos fueron miembros de Morandé con Compañía o Mi Barrio.

“Las individualidades se dejan de lado y trabajamos en equipo, tal como lo hacíamos en Morandé“, comentó, añadiendo que ella en lo personal es muy competitiva, y por lo mismo decidió tomar clases particulares de cocina.

“Me gusta aprender, me gusta ser profesional y dar lo mejor de mí. No quiero decepcionar al equipo“, explicó.

 

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La presión del líder

Vanesa Borgui, Miguelito, Kurt Carrera, Paola Troncoso, Marlén Olivari y Carlos Díaz (con la ya eliminada María José Quiroz) están comandados en esta temporada de El Discípulo del Chef por el español Sergi Arola, quien se hizo fama de cascarrabias.

“Es un amor. Es un dulce de leche cuando está fuera de cámara”, confesó Vanesa Borghi en la entrevista, pero apuntó que Ennio Carota y Carolina Bazán también son muy amorosos.

“Quizá en la cocina misma todos tienen sus personalidades un poco más duras, pero fuera de ahí son magníficos y no son cascarrabias”, dijo entre risas.

Por último, la animadora indicó que maneja muy bien el trabajo bajo presión y en esa línea no tiene problema con los gritos, “porque sé que no es en mala; Sergi es muy perfeccionista y quiere que ganemos“, concluyó.