8.300 millones de toneladas. Esa es la cantidad de plástico que la humanidad ha generado desde principios de 1950.

Es en dicha fecha en la que la producción a gran escala de productos elaborados con materiales sintéticos, fue sustituyendo a la madera o al aluminio y apoderándose sobre todo del empaquetado.

Esta cifra es equivalente a 822.000 veces el peso de la Torre Eiffel de París, a 25.000 edificios como el Empire State de Nueva York, o a 1.000 millones de elefantes.

Desde esta realidad es que la organización ambientalista Greenpeace lanzó hace unas semanas la campaña Exige Alternativas (www.exigealternativas.org), donde pide a los supermercados ofrecer a sus clientes un pasillo a granel y libre de plástico.

Blanca Lewin, Daniel Muñoz, María José Bello, Maura Rivera, Mark González, María Gracia Omegna y José Antonio Neme son algunas de las figuras que se han sumado al movimiento de Greenpeace.

“Es impresionante darse cuenta cómo vivimos rodeados de plástico en cada acción que realizamos. En la cocina, en el baño, en tu pieza. Por eso me uní a esta campaña de Greenpeace. Todos podemos ser parte del problema o parte de la solución, lo único que debemos de tener claro es de qué parte queremos estar”, comentó Neme.

Greenpeace
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Más de 78 millones de toneladas es la cifra de envases de plástico que se producen en todo el mundo cada año, en una industria que vale casi US$198.000 millones.

Solo una parte de eso se recicla y la gran mayoría se desecha. La basura plástica en la actualidad está en cada parte del planeta, desde la remota Antártida hasta las profundidades del océano.

“Es un sinsentido utilizar un material casi indestructible para empacar productos que se consumen en dos minutos. Los empaques plásticos se han tomado la Tierra y el océano se ha convertido en su principal vertedero”, explica Soledad Acuña, encargada de Exige Alternativas.

La contaminación de los ecosistemas marinos es una realidad que científicos y organizaciones ecologistas llevan años denunciando”, agregó.

Los datos, recogidos por un grupo de investigadores de la Universidad de Georgia en la revista Science, hablan por sí solos. Según los científicos, de esos 8.300 millones de toneladas, solo el 9% ha sido reciclado, el 12% fue incinerado y el 79% se encuentra acumulándose en vertederos o en el medio ambiente.

Greenpeace
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Desde la organización explican que “obviamente nadie está tirando plástico directamente en la playa, nadie querría algo así. Pero en realidad es nuestro estilo de vida y ritmo de consumo lo que está provocando esto”.

“Por eso nos unimos a esta iniciativa que está dirigida a pedir a los supermercados, comercios y productores que ofrezcan alternativas que nos permitan a los ciudadanos abandonar este material sintético y optar por opciones más amables con nuestro medio ambiente a la hora de comprar nuestra canasta básica”, añadieron.

La paradoja de Chile consiste en que mientras aumenta su producto interno bruto, también ha incrementado el consumo.

“Necesitamos un consumo sostenible ahora, que el comercio nos dé opciones. Por eso, hoy le pedimos a los supermercados una alternativa de pasillo sustentable”, indican desde Greenpeace.

Lo anterior implica que este esté “libre de plástico, que incluya productos a granel, productos de estación y fomente los productos locales”.

La escritora Susan Freinkel en su libro El plástico, un idilio tóxico, es clara.

“Tomamos sustancias naturales creadas a lo largo de millones de años, las convertimos en productos diseñados para un uso de unos pocos minutos y después se las devolvemos al planeta en forma de basura concebida para que no desaparezca jamás”, señala.

La invitación que hace Greenpeace es a ingresar a www.exigealternativas.org y firmar la petición, que ya más de 13 mil personas han suscrito, para que los supermercados se pronuncien y den a consumidores y consumidoras alternativas sustentables de compra.