Un indignante momento se vivió este miércoles en Mucho Gusto, donde se vio el caos que estaba en una sucursal de la AFP ProVida en San Bernardo, donde muchas personas esperaban su turno para poder ingresar.

Varios pensionados llegaron al lugar cerca de las 06 de la mañana, a la espera de la entrega de un número a las 08:00 AM. Cuando inició el despacho del matinal, cerca de las 11, aún no repartían los boletos para poder entrar.

Justo ahí conversó con la periodista Kathy Ibañez la señora Erna Godoy que al borde de las lágrimas contó que desde hace meses que va a esa sucursal para que le solucionen un problema.

“Hace dos años que me dicen lo mismo, venga en dos meses más, tres meses más. Llevo dos años esperando una pensión de sobrevivencia. Estoy chata de contar cada vez que vengo lo que me pasó, porque nadie sabe nada. Tienen gente trabajando tras un computador y no saben nada”, partió diciendo esta mujer.

“Termino angustiada. Luego vengo en dos meses más, vuelvo a hacer la fila y hago lo mismo”, agregó Erna, que manifestó estar desesperada.

Según contó en el matinal, hace dos años falleció su marido producto de un cáncer. Luego de ocurrido esto, se le debía entregar una pensión de viudez por un monto cercano a los 6 millones de pesos. El trámite debía durar como máximo cuatro meses, pero a la fecha no le han entregado solución.

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“Yo sigo sobreviviendo, ¿de qué vivo? ¿Si no tengo esa plata de mi marido? (…) Voy a salir de ahí, y me dirán lo mismo, venga en dos meses más. Es no perder la plata, porque él se lo ganó trabajando”, lanzó Erna.

Largo tiempo sufriendo

Desde el panel le preguntaron cuál era el problema, y esta señora explicó que era un tema entre la Superintendencia de Pensiones y su AFP, que no autorizaban el traspaso del fondo.

“Es lo que me corresponde, estoy chata de todo esto, de venir a las 06:30 de la mañana. Ya venció mi permiso. Si a mí carabineros me detiene, ¿quién responde por eso? ¿Si me detienen? Así funciona este país. Todo es burocracia”, agregó esta mujer muy afectada.

Lo peor es que Erna tampoco ha recibido ayuda psicológica. Fue ahí que recordó que su marido falleció esperando que le dieran una hora para ir al oncólogo: “¿De qué sirve todo esto? No logró ser atendido. Llamaron después que había muerto, ‘ya no nos sirve’, y las puertas se cierran”.

Pese a todos los problemas, el abogado Rodrigo Logan se comprometió a ayudarla, diciendo que si en 48 horas ProVida no le daba una solución, él la representaría para demandarlos.