La mañana de este jueves en el matinal de Chilevisión, estuvieron invitados el diputado Gabriel Boric (CS), las diputadas Camila Flores (RN) y Alejandra Sepúlveda (FRVS) y el senador UDI Iván Moreira.

En la instancia, los parlamentarios hablaron sobre el tercer retiro del 10% y materias relacionadas, sin embargo, fue una intervención del candidato presidencial la que sorprendió a los conductores y también a sus colegas.

Boric se refirió al nombramiento de Patricio Melero como nuevo ministro del Trabajo, destacando su rol como alcalde designado por Pinochet durante la Dictadura y también un supuesto encuentro que tuvo con el fallecido escritor Pedro Lemebel, y que él relata en un pasaje de su libro Adiós, mariquita linda.

Yo no sé si han tenido la oportunidad de leer lo que Pedro Lemebel escribió a propósito de Melero“, paritó señalando Boric, antes de largarse a leer.

“En el libro Adiós, mariquita linda, dice Lemebel: “En un minuto aparece Melero con una patota gorilona y -sin pedir permiso- cruzan frente a los guardias, las azafatas y el público, con una prepotencia fascista, con cara de fachos, con barriga de fachos, con esa fría crueldad en los ojos…”, alcanzó a decir antes de ser interrumpido por el conductor Julio César Rodríguez debido al fin del programa.

En paralelo, el senador Moreira hizo un gesto de reprobación desde que Gabriel comenzó a leer, levantando brazos y moviendo la cabeza, junto con decir que lo que estaba pasando era “inaceptable”, para luego acercarse a la cámara y mostrar un pulgar hacia abajo.

“Recomiendo ese cuento”, decía Boric desde su ‘ventana’.

Así continúa el extracto que intentó leer el diputado:

“En un minuto aparece Melero con una patota gorilona y, sin pedir permiso, cruzan frente a los guardias, las azafatas y el público con una prepotencia fascista, con cara de fachos, con barriga de fachos, con esa fría cueldad en los ojos que tienen los fachos, con ese pasaporte de permisividad que llevan los fachos en esta democracia, con esa desfachatez de trotar en el espacio público como quien pisotea un cementerio. No puedo negar que sentí pavor frente a ese equipo de rugby del Tercer Reich, sobre todo cuando la magistrada Bulnes me apuntó con su uña apolillada gritando: ahí está ese homosexual que me insultó, Melero. Ese es, ese mismo que se esconde entre las azafatas. Habla ahora, maricón, poco hombre que te proteges entre las mujeres. Y la magistrada tenía razón, porque el miedo me hizo dar unos pasos hacia atrás y las chicas, en sutil complicidad, me hicieron un espacio junto a ellas cuando el mamut rabioso de Melero se me vino encima con el puño contra mi cara. Y a sólo unos centímetros detuvo el golpe y me dijo soplándose los nudillos: no te pego porque tienes SIDA. Como si se pegara por el aire, me atreví a decir en un hilo de voz. Ya vas a ver, maraco, lo que te pasa por haber insultado a la señora Bulnes, me amenazó el diputado de la derecha con su mirada de buitre, mientras la camarilla de gorilas se llevaba a la magistrada Bulnes cacareando risueña junto a su pandilla de rescate. Seré maricón pero no cargo en mi conciencia ningún asesinato, pude decir con la voz estrangulada por el miedo. Desde la escalera mecánica, Melero giró la cabeza una vez más para apuntarme con su dedo gatillo, y un escalofrío me recorrió entero”. – Pedro Lemebel (Adiós, mariquita linda)

Revisa el momento del matinal a continuación.