Un emotivo y duro momento se vivió este miércoles en Mucho Gusto, cuando se habló del explosivo aumento de casos por COVID-19 en el país, que pasa por una nueva ola de contagios.

Para esto convocaron al emergenciólogo Yuc Ramón Kong, quien dio su testimonio de lo que ha visto diariamente en los servicios de Urgencias del país. Fue en este contexto que contó una historia que dejó sin palabras al panel.

“Después de vivir esto durante un año, tú te vuelves un poco más frío. Muchos hemos tenido que recurrir a sesiones post traumáticas, con psicólogo, psiquiatría, por lo que hemos estado viviendo”, partió contando el médico.

Luego Kong recordó una historia que vivió y que refleja el momento crítico de la pandemia: “Recuerdo que una de mis pacientes jóvenes de 40 años, obesa, tuvimos que dormirla e intubarla. Estábamos en eso, y llega el hijo y me pregunta ‘Doctor, mi mamá ¿cómo está?’. Yo le digo que se estaba ahogando y que no era capaz de respirar por el COVID”.

Tras decirlo esto, él se pone a llorar. Fue ahí que Yuc le dice que mantenga la tranquilidad, y que estuviera agradecido porque al menos había una cama y un ventilador disponible para ella.

“Le dije que era el último ventilador que me quedaba. Si llegaba después, no hubiese tenido esa oportunidad. A veces dura horas que llegue un ventilador, incluso días. Después me pregunta ‘¿y cuándo va a despertar?’. Le digo que la verdad no le podía decir, pero que haríamos todo lo posible”, explicó Kong, muy emocionado.

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Lo más fuerte fue que le dijo que podría volver a ver a su mamá, y que solo podría recibir una llamada al día de un minuto, para saber de su estado de salud.

El panel de Mucho Gusto quedó conmovido con la historia, sobre todo porque esta situación es algo que se ha replicado en todo el país.

Incluso se volvió a hablar del dilema de la última cama o el último ventilador. De hecho, el doctor puso de ejemplo que entre un paciente de 80 años y otro de 40 con COVID, habría discusión sí o sí sobre a quién darle prioridad, y según él, el ministerio aún no lo reconoce: “Eso no lo van a poder demostrar, pero los que estamos ahí sabemos que sucede”, sentenció.