Fue hace poco más de una semana que Rocío Toscano compartió en sus redes sociales que había dado a luz a sus mellizos en un hospital de Parker, Colorado, en Estados Unidos, donde se trasladó hace un tiempo para estar con su familia.

Tras el parto y ser dados de alta, la actriz ahora disfruta de los primeros días en su casa con Alma y Luca, que fueron recibidos con algunos artículos de Star Wars, una de las películas favoritas de la ahora madre.

En ese sentido, Rocío no esconde su emoción al decir que este nuevo proceso ha sido “hermoso. Nunca me imaginé que la sensación era tan intensa. No soy la misma desde que los tuve”.

En conversación con el diario Las Últimas Noticias, Toscano habló de estos primeros días cuidando a sus mellizos: “Estoy cansadísima, pero bien. Los primeros días dormí entre cuatro a cinco horas. Estaba hablando puras tonteras, mi cabeza hacía cortocircuito porque me puse super alerta, no quería dejar de mirarlos”.

“Mi cabeza hacía cortocircuito porque me puse súper alerta, no quería dejar de mirarlos, no me quiero perder ningún minuto, ningún gesto que hagan, pero ya me relajé un poco. Como súper rápido, en verdad trago, para estar atenta a ellos. Pero todo el cansancio, el sueño, la cirugía, el dolor de espalda, todo desaparece cuando les veo la carita. Cuando están durmiendo veo que puro sonríen, así que eso me derrite”, contó la actriz.

Sobre estos primeros días con los pequeños, Rocío confiesa que son muy tranquilos, y que solo lloran cuando tienen hambre. Comen, les cambian los pañales y vuelven a dormir.

De hecho, la exintegrante de Verdades Ocultas contó que logra distinguir las personalidades de cada uno: “Sus energías son distintas. La Alma es muy power, muy parecida a mí, y Luca tiene una paz inmensa, sonríe, se estira. El papá esta chocho, los mira y llora. Él siempre quiso una niña, entonces está feliz”.

Pero así como hay alegría por la llegada de los mellizos, Rocío también está consciente que su paso por la casa de su familia en Estados Unidos podría ser momentáneo, y que en algún momento regresaría a Chile.

“Tengo la casa revolucionada. Aún no sé lo que voy a hacer en el futuro. En mi familia están tan chochos que pienso que será duro cuando me vaya. Porque esto no es que todos vivamos en Chile y me tome un avión y listo, en mi caso son 9 mil kilómetros de distancia. Así que tiempo al tiempo”, sentenció.