Costó entender la medida en primera instancia, pero con el paso del tiempo se aclaró: la autoridad sanitaria estableció el lunes pasado que los locales del rubro gastronómico (bares, restaurantes, pubs) que estén en comunas en fase 2 o 3 no podrán poner música en vivo ni envasada.

El argumento detrás es que el sonido obliga a aumentar el volumen de la voz y con ello, las posibilidades de contagio por gotas de saliva.

Pues bien, el gremio de los músicos no demoró en reaccionar. Y como no, si es de lo que viven: si las presentaciones en vivo eran una fuente de ingreso importante, lo recibido por las reproducciones en esos espacios era lo que les quedaba.

Rodrigo “Don Rorro” Osorio, vocalista del grupo Sinergia y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Derechos de Autor (SCD), conversó durante martes con el vespertino La Tercera PM. Allí planteó que, más allá del impacto en los mismos establecimientos gastronómicos, “lo que nosotros estamos buscando es dignificar la música, que se tomen medidas para que la música pueda volver en vivo o en locales, pero que se opte por el silencio es una medida absurda e indignante. Aún peor, creo que lo que puede generar esta medida es que proliferen fiestas clandestinas, porque en los restaurantes la gente sí toma precauciones”.

Más como un ingreso secundario que como uno principal, la Ley de Propiedad Intelectual obliga a que restaurantes, discotecas, pubs y hoteles paguen a la SCD un porcentaje de su ingreso mensual por la ejecución de las obras (1,25%) y otro por ejecución de fonogramas (0.625%). En el caso de bares, cafés, peñas folclóricas, karaokes y bares musicales, los porcentajes son del 3% por derecho de ejecución y 1,5% por reproducción en parlantes, sobre el mismo ingreso mensual.

Durante la semana pasada, Osorio y otros músicos del país comenzaron una campaña llamada Salvemos la música, que significó diversas manifestaciones callejeras. “(La campaña) busca que la música vuelva con las medidas sanitarias correspondientes. Pero es realmente indignante que apenas hayamos empezado con esto y hayamos colgado un lienzo gigante, que la respuesta a los pocos días sea que se prohibe la música”.

La decisión gubernamental fue también contrastada por la Asociación Gremial de Mánagers de Músicos de Chile (MAMCHI). César Monrroy, tesorero de la agrupación, aclaró en el vespertino que, si bien existe empatía en cuanto al momento actual de contagios, “restringir la libertad de los espacios para tener música en vivo y/o envasada, cuando no existen políticas similares para el transporte público, por ejemplo; sumado a que no existe una política clara de parte del gobierno de valorar y apoyar la reacción nacional, hace que quienes somos parte del sector solo podamos ver esto como una falta de entendimiento del rol de la música en las vidas, cultura y economía del país”.

Las nuevas restricciones sanitarias comenzarán a regir a partir del próximo jueves 14 de enero desde las 05:00 horas.