La actriz colombiana Danna García no lo pasó bien luego que fuera diagnosticada con COVID-19, no solo una vez, sino que tres.

Fue en marzo pasado cuando anunció que estaba contagiada con coronavirus, tras una visita que realizó a España.

“Mi primer síntoma fue problemas para respirar. Fiebre, tos, falta de aire, debilidad y dolor de cuerpo, sudoración, dolor de cabeza, dolor de costillas”, describió a través de sus redes sociales sobre lo que sintió la primera vez.

En mayo, la protagonista de la recordada teleserie Pasión de gavilanes, comentó que por tercera vez le detectaban COVID.

Secuelas

Danna comentó que su esposo ha sido clave en su recuperación, sobre todo por la pérdida de memoria que ha experimentado.

“Se te va la memoria. Mi marido me hace tareas, me dice, ‘apréndete, todos los días, unos versos de un poema, y luego yo te los pregunto’. Me ha servido mucho, porque para grabar necesito buena memoria”, comentó.

Sumado a lo anterior, García ha sufrido de vértigo, lo que incluso le causó un accidente: “Me caí con mi niño alzado, me fui de cara. Estás sentado en la silla y sientes que la vas a atravesar. Me duró mucho tiempo”, manifestó a revista Vea.

La actriz que interpretó a Norma Elizondo en Pasión de gavilanes, añadió que también se le cae el cabello, tiene retención de líquidos y dificultad para respirar.

En conversación con Noticias Caracol, recalcó que el COVID-19, además, la afectó emocionalmente, ya que debió alejarse de su hijo por cerca de dos meses, hasta corroborar que el virus ya no seguía activo en su cuerpo.

“A pesar de que el virus dura activo en el cuerpo un tiempo, en mi caso fue un tiempo excepcional, no sé porqué (…) Las secuelas del virus son cosas que uno carga, no sabemos por cuánto tiempo, y yo creo que la parte emocional es una parte muy importante para quienes hemos estado enfermos, o para familias que tienen personas en esas condiciones (…) estar alejado fue todavía más duro”, añadió.