La mañana de este jueves, el Buenos Días a Todos vivió un distendido momento, luego que sus integrantes comenzaran a recordar los primeros trabajos que tuvieron en su vida.
Mientras Carola Escobar comentó que comenzó como promotora, el doctor Sebastián Ugarte generó risas señalando que hacía un ‘pituto’ en el colegio, que consistía en hacer resúmenes de las materias para vendérselas a los más flojos.
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Pero fue en dicho instante cuando sorprendieron a Gonzalo Ramírez, mostrándole una antigua fotografía cantando en un pub de San Antonio, registro que pertenecía a uno de sus primeros trabajos, según contó el propio periodista.
“Habían lugares en San Antonio donde se cantaba mucho. El más tradicional se llamaba El Baúl del Cerro, que era de un amigo que cantaba extraordinario. A la gente le gustaba ir a cantar y un día a mí me lo ofrecieron“, comenzó narrando el comunicador.
Por dicho trabajo, el conductor de 24 Horas señaló que recibía 40 mil pesos de remuneración. “Agarré papel, empecé a imprimir un cancionero y le daba. Canté varias veces”, añadió.
Luego, todo tomó un tono anecdótico, luego que Gino Costa le consultara si era cierto que se creía el “Chayanne del puerto”, algo que Ramírez desmintió. Fue ahí cuando le pasaron una guitarra en el estudio y cantó una canción del artista puertorriqueño y otra de Los Enanitos Verdes.
“Para mi familia la música es súper importante. Tengo una hermana que canta muy bonito, pero a mí me enseñó mi abuelo, pero mejor no lo cuento, porque me va a dar pena…“. Y tenía razón.
Se emocionó
Tras esto, en el programa le mostraron una fotografía en donde aparece tocando guitarra con su abuelo, momento en que el conductor del matinal se quebró.
“A todos nos pasa que con este bicho, hemos tenido que dejar a los viejos. El vive en Quilpué, ahora está viejito, siempre mantiene su alegría, se le olvidan las cosas, pero la música no se le olvida“, recordó en medio las lágrimas y con varios silencios, producto de lo sensible del momento.
“Yo era muy malo para la pelota, cuando uno es chico no jugar a la pelota es penca, porque quedas como afuera, pero este viejito me enseñó a tocar guitarra a los seis años, súper chico. Él me enseñó que con la guitarra iba a meter goles“, recordó las palabras de su abuelo.
“La guitarra siempre fue mi forma de hacer amistades, en que alegraba la fiesta, nosotros en la familia siempre nos juntábamos a cantar. Es súper importante para la familia este tema. Le mando un beso y en cuanto pueda me arrancaré a verlo”, sentenció emocionado.
