Un adorable reencuentro es el que este fin de semana tuvo el animador Jean-Philippe Cretton junto a su familia, luego de que este viajara hasta Victoria, región de la Araucanía, después de nueve meses distanciados.

“No soy el tipo más afectivo del mundo, pero los extrañaba mucho. Echaba de menos sentarme a conversar con mis viejos. Durante este tiempo nos habíamos mantenido al día con llamadas y videollamadas, pero faltaba la cosa presencial”, expresó Cretton a Las Últimas Noticias.

El encuentro pudo darse luego que se habilitaran los permisos interregionales, el cual solicitó el conductor de CHV para viajar. “Todo resultó bien. El viaje fue espectacular. Tuvimos un reencuentro muy en la onda de lo que hacíamos años atrás. Había conversaciones pendientes, decirnos cosas en la cara”, dijo.

“Fue poquito tiempo lo que me pude arrancar. Los fui a visitar en diciembre y en el verano no pude porque empezó Yo soy y me tocó hacer reemplazos en el matinal. Tenía todo listo para ir en marzo, pero se nos vino el Apocalipsis y tuvimos que encerrarnos”, explicó.

Sobre cómo es la relación con sus padres, Nivaldo Cretton y Ana Victoria Vásquez, el periodista es enfático en sostener que: “No me gusta decir que somos amigos, porque al final los papás siempre son papás. Pero tenemos una relación de mucha confianza, de echarnos muchas tallas, de apoyarnos en todo. En pandemia uno reevalúa todos los afectos, piensa más. Este fin de semana fue un regalo para ponerse al día”.

Preparación del viaje

Fue el viernes cuando Jean-Philippe tomó sus maletas y se dirigió de Santiago al sur de Chile, eso sí, tomó todas las precauciones necesarias. “En el programa (Yo Soy) nos hacen la PCR bastante seguido. A veces hasta dos exámenes en una semana. El miércoles me lo hicieron, así que viajé tranquilo, porque para mí era una preocupación no exponerlos al contagio”, dijo.

“Fue un fin de semana relajado. En algún momento pensé viajar a Temuco a visitar al resto de mi familia, pero al final preferí concentrarme en mis viejos. Había mucho que ponerse al día de ambas partes. Con mi viejo hicimos una plateada al palo, una preparación muy característica de la zona. Yo había dejado de comer carne caleta de tiempo. Estuve un año y medio sin probarla, entonces fue reencontrarme con sabores e imágenes de mi adolescencia”, dijo.

Finalmente, Cretton señaló que su viaje “era un momento especial con mis viejos. Hubo hartos abrazos entre los tres. A ellos también les ha tocado difícil con la pandemia y sienten harta incertidumbre cuando miran hacia el futuro. Nos apapachamos y contuvimos mucho. Espero poder volver en noviembre. Les prometí que les llevaría a mi hija (Moana, de 6 años). Esta cuarentena también ha significado que no vean a su nieta desde diciembre”, cerró.