A menudo los distintos MasterChef en el mundo causan revuelo por alguna insólita preparación de un concursante, una prueba que salió mal o por los desafíos que se les impone a los participantes.

En este caso fue la versión española la que generó una ola de críticas luego que sus competidores tuvieran que cumplir con un desafío bastante extremo.

La prueba se realizó al aire libre en el Valle de Iruelas (Castilla y León), donde los participantes debían simular una acampada. Como parte del desafío tenían que pescar en el río y hacer fuego para cocinar.

Las críticas partieron porque estas tres actividades están prohibidas en la zona. De hecho, el animador Jordi Cruz, aclaró: “Es un paraje protegido. No se puede acampar ni cocinar con fuego vivo. Es un privilegio de MasterChef y esta prueba es única”.

Luego, una vez en las cocinas, los equipos se encontraron con que debían desplumar patos (equipo rojo) y despellejar conejos (equipo azul).

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Esta situación generó nuevas críticas al espacio ya que no es primera vez que presenta las mismas pruebas. Algo que algunos televidentes consideraron innecesario para estos tiempos.

Lo irónico es que los participantes llevaban camisetas que tenían el mensaje “Because there is no planet B” (Porque no hay planeta B). Sí, para una prueba en al aire libre y faenando animales.

Revisa a continuación algunas reacciones.