Tras su última aparición televisiva en la teleserie de Canal 13, Amor a la Catalán, la vida laboral de Matías Assler empezó a decaer. Por esta razón, decidió dejar Santiago e irse a vivir a Cachagua junto a su polola, la también actriz, Juana Ringeling.

“En un minuto se me acabó el contrato con Canal 13 (…) Empezamos a estar complicados de pega, entonces dijimos ‘ya no tenemos nada que estar haciendo en Santiago'”, contó el actor a Angélica Castro, en el programa Velvet Al Desayuno que transmite por Instagram.

Como Ringeling nació y se crió en esa zona de la región de Valparaíso, los intérpretes decidieron mudarse a Cachagua, donde están instalados desde noviembre del año pasado.

Después no quise volver y la Juana tuvo que ir a Estados Unidos a terminar de grabar un documental y yo me quedé acá“, dijo Assler.

Es que este mudanza, lo llevó a reencontrarse “con todas las cosas y de también ir superando mis inseguridades y mis miedos. De estar trabajando todos los días, a tener que hacer… Al principio empecé a hacer muebles y el primer mes de la cuarentena aprendí a soldar“, confesó.

Y fue así como descubrió su pasión por la manualidades. “Hice un par de muebles, vendí como tres, y quedaron buenos, a pura gente conocida eso sí (…) Después me dio por hacer cuchillos, hice tres cuchillos, y así, de a poquito, voy pellizcando un poco de todos lados y entreteniéndome en cuarentena“, comentó el actor.

Si bien cree que es un “cambio nada que ver“, en comparación a su carrera en la actuación, le resulta muy entretenida su nueva vida en Cachagua.

“Me ha sorprendido bastante porque el cambio ha sido súper (…) Por ejemplo, ahora en la mañana, estaba llevándole alimento a los caballos, preocupado que un caballo tiene una lesión en una pierna, ponerle los remedios“, contó Matías Assler.