En abril pasado el periodista Andrés Caniulef terminó su proceso de rehabilitación y se quedó colaborando en el CREA, centro especialista en tratamiento en alcoholismo y adicciones.

“Soy parte del equipo de trabajo del hogar. Tengo una tarea de apoyo terapéutico con los residentes que están hoy en día, y muchos de ellos fueron mis compañeros. Es una forma de retribuir todo lo aprendido y los beneficios que tuve en este proceso”, contó a La Cuarta en la oportunidad.

En agosto pasado, el periodista también tuvo “el honor de conducir” la ceremonia donde recibió su carta simbólica que reafirma su rehabilitación, donde fue acompañado de forma virtual por sus familiares y amigos.

Su vida en el centro

Andrés Caniulef vive en CREA, donde está a cargo de atender los llamados de las personas que quieren internarse: “Les explico el trabajo que se hace en el hogar y converso con sus familiares. Cuando llegan les respondo sus inquietudes. Lamentablemente, en este tiempo ha aumentado la adicción a las drogas y el alcohol”, comentó a LUN.

A su vez contó que durante la pandemia, nadie pudo entrar ni salir del centro: “En el centro me contuvieron bien y mis hermanas me informaban su estado. Fue un momento de acercamiento familiar importante. Ahora puedo decir que lo recuerdo con gratitud”.

Caniulef también aseguró que “fui afortunado de pasar lo peor de la pandemia en el hogar. Hoy veo la vida de manera más simple. Me quité pesos de encima, como el qué dirán y la presión del consumismo económico. No me complica golpear puertas para pedir trabajo. No aspiro a ganar ni tener el mismo protagonismo que antes, porque tener trabajo ya es suficiente para mí”.

El notero añadió que “en estricto rigor sigo en tratamiento por cinco años más. Cuando deje la clínica tendré que volver una vez al mes como una medida de autocuidado. Y en caso de cualquier problema puedo ir antes. Yo me siento bastante fuerte”.

Volvió a salir a la calle

El fin de semana Caniulef pudo ver nuevamente a sus papás, quienes no lo pasaron tan bien por la pandemia.

“Fue difícil. Mis papás (75 años) se contagiaron de COVID-19 en julio”, contó, añadiendo que “a mi mamá le dio leve, mi papá se complicó y estuvo 10 días internado en el Hospital de la FACH”.

Caniulef también aprovechó de ir a la peluquería de Providencia para cortarse el cabello, ahora que la comuna en la que vive se les permite salir a la calle.