Iñigo Urrutia se encuentra hace meses alejado de la actuación. Antes que empezara la pandemia, el actor decidió irse a vivir al sur de Chile y dedicarse a trabajar en un proyecto de huertos junto a su familia.
Un camino totalmente diferente a las luces de la televisión y las tablas del teatro. Y dentro de este panorama es que se dio un tiempo para recordar su participación en la icónica teleseries nacional Amores de Mercado, donde interpretó al recordado “Luz Divino”.
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“Para todos los que hicimos esa teleserie fue súper importante. Cuando uno la empieza a grabar sabe lo que va a pasar. Hasta el día de hoy para la gente soy el Luz Divino. ¡Me ha perseguido ese personaje eternamente! Pero es parte de lo que ocurre con estos fenómenos televisivos”, señala a Reyes del Drama.
Además Urrutia comentó que durante las grabaciones lo pasó tan bien como en Aquelarre, teniendo grandes partners como Sigrid Alegría, Anite Reeves y Marcelo Romo. Asimismo, destacó la calidad del guion que le permitió poder desarrollarse y poder hacer un personaje creíble y orgánico.
“Estas teleseries eran bien escritas que se pasaba muy bien haciéndolas. Además la química con los compañeros es muy importante. Siempre me ha tocado trabajar con gente muy bacán”, agregó.
Respecto al fenómeno mediático causado por esta teleserie, Iñigo señala que fue muy intenso, pero no lo aprovechó, ya que terminada las grabaciones decidió irse del país por temas personales.
“Mis inquietudes estaban en otras cosas. Nunca mi fin como actor fue ser famoso. Mi felicidad está primero, aunque todos esos años trabajando en TVN me permitieron tener un buen acercamiento con la gente”, reflexionó el actor.
Cercanía con la religión
Al ser consultado respecto a cómo armó este personaje y si tenía algún acercamiento con la religión, el actor recuerda que “yo era muy católico de chico, pero mal. Dios era mi peor amigo. Mi relación con él era terrible por ser una persona como yo era, él era mi único testigo. Había mucha culpa”.
De su experiencia infantil, Iñigo señala que las pesadillas que tenía Esaú era algo que también sufri en su infancia. “Tenía un Dios en mi mente que me decía que yo era lo peor por ser gay. Era atroz. Yo lo pasé muy mal, pero era mi mente. Hoy yo no creo en Dios, le he dado una vuelta enorme a la espiritualidad”, puntualizó.
Crisis de las áreas dramáticas
Iñigo también tuvo palabras respecto a la profunda crisis de las áreas dramáticas actuales: “Es normal, va a pasar en todos los canales. La TV como se está haciendo hace que todo cambie, las formas de entretenerse son diferentes.
No me parece malo, ya es hora que se transforme“, afirmó.
“La TV es un personaje importante en los cambios que queremos para la sociedad, si le das basura al público hay gente que no tiene más alternativa que consumirla. Hay gente que la puedes hacer muy tonta. La prensa y la TV juegan un papel importante en crear una sociedad de mierda. Por algo están en crisis en la TV. No se la da importancia a la cultura, al arte. Privilegian el fútbol, la noticia morbosa”, declaró.
Además añade que a la gente le gusta ver su pueblo en la tele, por eso las teleseries de los noventa tenían tanto éxito, porque se viajaba a través de todo Chile: “Por eso también ahora a los programas de viajes les va tan bien”, sentenció.
