Desde que comenzó la pandemia, Emilia Daiber, ha pasado la mayor parte del tiempo en su departamento junto a su marido y su hijo Baltazar, de 1 año y 5 meses.

Y ahora que comenzó el desconfinamiento, ha comenzado a salir de casa para retomar sus labores. Pero se le ha complicado un poco las cosas con su pequeño, es que “Baltazar está con mucha mamitis“, contó la animadora a LUN.

Antes lo hacíamos dormir en brazos o en el coche y luego pasaba a la cuna, en su pieza. Ahora quiere dormirse en la cama de los papás“, continuó Emilia.

Y agregó: “Se rebeló con la comida: si antes era seco para comer, ahora deja la cuchara. Cuando hago cualquier cosa, empieza a decir ¡mamá upa!, para que lo tome en brazos”.

Sin embargo, estas conductas no la preocupan. “Todo este tiempo ha sido un regalito para estar con él y disfrutarlo. Es muy importante que él me vea relaja, feliz. Para eso soy flexible: cuando nació pensé que no lo dejaría ver tele, pero ahora necesito tiempo para ducharme y si es necesario le pongo 15 minutos de tele. No soy culposa ni me estreso”, dijo Daiber.


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La “vuelta a la normalidad” de los niños

Según indicó Susana Barroihet, psicóloga de la Fundación Cuida Seguro, cuando los niños “no tienen toda la atención, los chicos se impacientan y pueden experimentar regresiones como volver a la cama de los papás o pedir un chupete otra vez”.

Hay que entender que entre más tiempo pasan los niños con sus papás, están más felices“, añadió la especialista.

Por esta razón, recomendó “ignorar las formas negativas de llamar la atención, como gritos” y reforzar las “formas positivas”.

“Si interrumpimos el trabajo por 5 minutos y jugamos con ellos, las actitudes negativas se reducen. Es necesario establecer horarios y espacios para jugar con ellos”, aseguró.