Tras su paso por Los 80 Tomás Verdejo, quien interpretó a Martín Herrera en la ficción, participó en otros proyectos de la exseñal católica y luego decidió instalarse en Europa.
El actor se radicó en Praga, República Checa, hasta donde llegó por la inquietud de vivir en otro país y para concretar proyectos personales y de estudio. Allí permaneció tres años estudiando fotografía y otras materias, hasta que en enero pasado pisó suelo nacional y se quedó producto de la pandemia.
También puedes leer
“Vine porque tengo un departamento en Santiago que estaba arrendando, pero el arrendatario tuvo problemas y tuvo que irse. Aproveché de venir a arreglarlo para arrendarlo otra vez, pero eso se complicó y me fui quedando“, comentó a LUN Tomás.
“Tenía pasaje de vuelta a Praga para mayo, pero me lo cancelaron y perdí la visa que tenía. Este año ya me quedé. Debería y me encantaría volver, pero en estos momentos no tengo planes”, agregó.
Sobre su vida en Praga, el fotógrafo aseguró que “es una ciudad agradable para vivir porque es chica” y fácil de recorrer. Asimismo, destacó que la gente disfruta de su tiempo, las jornadas de trabajo o estudio no son tan largas, pues “a las 17 horas ya están afuera y aprovechan lo que les queda del día: los cafés y bares siempre están llenos”, dijo.
Allá Verdejo vivía en el barrio Zizkov, un reconocido destino bohemio pero no fue un mayor inconveniente para su vida porque todo cerraba temprano. “No pasa nada si vas a un bar a las cinco de la tarde. Son muy buenos para la chela, a las 11 de la mañana están desayunando con chela y no pasa nada“, agregó.
Martín destacó que en esa ciudad “se da libertad de acción y cuando existe eso uno se genera una responsabilidad en uno mismo, va graduándose”. Además, de que todo es más barato que en Chile. “Yo me tomaba un schop grande de una (cerveza) que me gustaba, de un litro y me salía como 1.100 pesos. Todo es barato, comer es barato. Allá hay un balance entre el ingreso y lo que uno consume“, explicó.
Para él lo más difícil fue acostumbrarse a los inviernos duros, pues más que el frío son las largas noches que transcurren, ya que desde las 15.30 horas ya está oscuro. “Eso se te mete en la cabeza a la larga y si pasas tres meses en oscuridad se hace duro“, sinceró.
Respecto a su trabajo como actor y su paso por Los 80, comentó que hace muchos años que no hacía teatro y que en realidad no lo motiva tanto como otras artes, al menos por ahora.
“(Los 80) Para mí fue una segunda escuela. Fueron años de admirar el trabajo de los colegas y observar la ejecución del oficio, desde un punto de vista propio y eso me impulsó la necesidad de explorar y ver qué tenía en mí, de generar un trabajo de autor”, cerró.
