Corría el año 1996 cuando TVN estrenaba la cuarta temporada de su programa sobre casos policiales, Mea Culpa, un espacio que gozaba de buen rating y contaba con una fiel audiencia.

Dicha temporada, concluyó con uno de los episodios más fuertes de la producción, El día inolvidable, donde se contaba el caso de una manipuladora de alimentos, que había envenenado a cientos de niños de un colegio en Angol, en la región de La Araucanía, el 8 de octubre de 1975.

Todo inició cuando la mujer, llamada María, se mudó hasta dicha zona con sus 10 de sus 12 hijos, luego de que dos fallecieran producto de las carencias alimenticias que mantenían cuando vivían en la zona rural, específicamente en Huequén.

Tras ello, arrendó un lugar con precarias condiciones, pudiendo matricular con su marido a los pequeños en diferentes escuelas, y así estos pudieran acceder a una educación.

Viéndose obligada a buscar una forma de sustentar a sus hijos e hijas, María logró conseguir trabajo como manipuladora de alimentos en una escuela rural, donde estaba encargada de dar desayuno y almuerzo a los estudiantes del lugar que más lo necesitaban.

Allí, la mujer logró captar el cariño de profesoras y estudiantes, teniendo una conducta intachable en su trabajo, pero su vida se vio afectada luego del fallecimiento de su esposo meses más tarde, cambiando fuertemente desde ese punto.

Captura | TVN
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Dos nuevas ayudantes

Sin embargo, en medio de este complejo momento contrataron a dos nuevas manipuladoras en el lugar, lo que la hizo cuestionarse sobre su labor en el colegio, donde desconocían que no sabía leer y escribir.

Según cuentan en el capítulo que es relatado por Carlos Pinto, María comenzó a adoptar cierto odio por sus nuevas compañeras, lo que la llevó a buscar una forma para “sacarlas” del camino.

Para ello, esta intentó conseguirse veneno para las pulgas con su yerno, quien finalmente le consiguió veneno para ratones, sin saber su verdadero propósito, el cual vertió días más tarde en el suplemento de la leche y cereales, que se la daba a lo más pequeños.

Ese día, la manipuladora decidió no enviar a sus hijos al colegio, y ella tampoco asistió a su trabajo, asegurando que se encontraba enferma.

Captura | TVN
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No obstante, fueron las otras dos cocineras quienes sin saber lo que había hecho su compañera, prepararon la leche para los pequeños, quienes la consumieron junto con veneno, provocando un colapso en el centro asistencial cercano, donde llegaron más de 60 niños intoxicados, mientras los doctores intentaban buscar una solución al problema.

Sin embargo, varios menores no lograron sobrevivir debido a la alta cantidad de veneno que ingirieron, por lo que toda la comunidad de Angol se volcó preocupada por lo ocurrido.

Confesión

El día después de lo ocurrido, María fue llamada a declarar para saber por qué había faltado a la escuela, y el por qué no había enviado a sus hijos, donde confesó que ella había puesto veneno en la leche, siendo detenida en el lugar.

Posteriormente, esta fue declarada culpable, realizando su condena en la Cárcel de Mujeres de Santiago, donde estuvo durante 17 años, tras ello, su hijo mayor se hizo cargo de ella.

Cabe señalar, que al momento de la entrevista, la mujer aseguró que ella no fue la autora del delito, sino que confesó para que los niños no siguieran faltando a la escuela, aseverando que todo fue por un bien común.

Para revisar el caso completo, haz click en el video.