Yo siento que hay una heterofobia. Te lo juro por Dios. O sea, antes de la igualdad, porque todos decían ‘queremos igualdad’. Perdón, yo no me siento en igualdad de condiciones, porque resulta que soy descalificada por muchos homosexuales”, fueron parte de los comentarios que emitió la actriz Catalina Pulido en el programa web Las Indomables, junto a Patricia Maldonado y Claudia Schmitd.

En una controvertida emisión, el trío de personajes se refirió en duros y discriminadores términos a la diversidad sexual, acusando cierta sensibilidad y odiosidad de parte de las personas LGBTTTIQ+ en su contra, solo por el hecho de ser heterosexual, asegurando que existía algo tal como una “heterofobia”, sin dar ejemplos de aquellos supuestos episodios de odio que le tocó vivir alguna vez.

“Por eso te digo, ¿entonces qué es lo que es eso, una heterofobia? Porque, o sea, ¡discúlpame! Soy heterosexual, ¡discúlpenme, me gustan los hombres! ¡Pero perdónenme que sea tan rara y me gusten los hombres!”, ironizó la expanelista de Intrusos, al mismo tiempo que Maldonado volvía a atacar a la actriz transexual Daniela Vega, en base a su identidad de género y a pito de nada.

Por lo anterior, vale la pena preguntarse ¿existe la heterofobia de la que acusa ser víctima Pulido? Y aunque explicaremos por qué a continuación, la respuesta es un absoluto y rotundo NO.

Según el Dr. Ray Noonan, el término “heterofobia” fue acuñado en los años 80 y se popularizó en los 90 como una forma de describir la desconfianza que algunas personas LGBTTTIQ+ sienten hacia una sociedad heteronormada en la que se les abusa y discrimina sistemáticamente.

Por ende, esta “fobia” no es una aversión o intolerancia frente a las personas que tiene una orientación sexual hetero, sino que es más bien producto del miedo que existe a ser víctimas de violencia en sus distintas formas. Es un sentimiento que habita en muchas personas que han crecido creyendo y esperando lo peor de una sociedad que ha demostrado, con hechos, su desprecio y discriminación hacia la comunidad LGBTTIQ+ a lo largo de la historia.

Por otro lado, de acuerdo con el doctor en Psicología Emiliano Villavicencio Trejo jefe de posgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle, en México, “la heterofobia se refiere al rechazo a lo distinto”, por lo que “si esa asociación está refiriéndose al rechazo a la heterosexualidad, de entrada y por concepto están equivocados”.

Dado lo anterior, la utilización del término parece más bien una forma de desacreditar al movimiento LGBTTTIQ+, acusando que el rechazo a los discursos de odio son, en realidad, una forma de coartar su libertad de expresión, ignorando que según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “las expresiones de odio o el discurso destinado a intimidar, oprimir o incitar al odio o la violencia contra una persona o grupo en base a su raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual, discapacidad u otra característica grupal” quedan ajenas a este principio.

Si bien el odio es odio en cualquier de sus formas, utilizar el concepto de “heterofobia” en contraposición a la “homofobia” es un error violento y que nace de una ignorancia profunda de aquellos que simplemente prefieren perpetuar un sistema antes que criticarlo y querer un cambio para construir una sociedad más justa, abierta e igualitaria para todas las personas.