Este viernes, Iván Moreira sorprendió en Bienvenidos, al contar una situación que le ocurrió hace varios años y que por un momento puso en riesgo su vida, con tal de apoyar al fallecido dictador Augusto Pinochet.

Según contó el senador, si bien su idea era poder hacer algo para que liberaran al General que estaba preso en Londres por estar implicado en delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas en Chile, hoy hace una reflexión distinta al respecto.

“Tal vez era demasiado fanático, pensé que podía cambiar el mundo. Hice una huelga de hambre que duró 5 días, y creo que fue lo más patético que he hecho”, partió relatando Moreira.

El senador acusó que ese momento “para la UDI fue terrible, por una cuestión espiritual, religiosa, de que cómo era posible que alguien de la UDI hiciera una cosa así”.

Luego el invitado al matinal de Canal 13 recordó que esta huelga la hizo en su antigua oficina que queda en La Cisterna, sin pensar que había cometido un gran error. Justo abajo de su departamento había un local de pollos asados, por lo que los cinco días que duró su protesta, sufrió con el olor de la comida.

Joaquín Lavín al rescate

En medio de su relato, fue interrumpido por Joaquín Lavín, que también estaba en el panel: “Por favor, cuenta quién…”, alcanzó a decir el alcalde antes de ser parado por Moreira.

“No digas nada eso lo voy a contar yo” expresó el parlamentario, ante las risas del resto de los integrantes del panel de Bienvenidos.

Moreira recordó el día que hizo una huelga de hambre por Pinochet
Canal 13

“Llamaba a integrantes del partido para decirles ‘oye, parece que me equivoqué, estoy haciendo el ridículo’. Pero nadie me contestaba el teléfono, el único que respondió fue Joaquín”, comentó Iván, al señalar a su compañero que estaba a unos metros de él.

Esta versión fue corroborada por el jefe comunal, quien confesó que terminó siendo el único que llegó a la oficina de Moreira para hacerlo recapacitar.

“Recuerdo perfectamente eso, subí las escaleras y efectivamente el olor a pollo era salvaje. Pensaba ‘cómo esta persona está realizando una huelga de hambre’. Dudé si estaba comiendo un pollito”, expresó el alcalde, tras recordar que le dijo que “no valía la pena que arriesgara su vida”.