Este miércoles Fernanda Hansen, fue la invitada al programa de Jordi Castell en la revista Velvet, El Aperitivo, donde hizo un repaso de su vida alejada de la televisión.

La periodista, que por estos días se encuentra pasando la cuarentena con su marido y su hija Amalia, contó que está bien y aseguró que en este complejo momento que vive el país se debe buscar una mirada interior.

“Es súper heavy e intenso. Un tiempo que es bueno ir para adentro, tratando de estar bien. He disfrutado mi teletrabajo, me han hecho reír, me han hecho llorar, soy súper entregada en el trabajo”, dijo.

Consultada sobre el actual rol de la televisión, Hansen es enfática en sostener que el medio “no supo leer y estamos en una era de demasiadas revoluciones, no sólo en el ámbito comunicacional. Yo siento que hay una cosa muy energética a nivel planetario y todas esas vibraciones modifican no solamente en cómo se presenta el mensaje, sino también en el individuo”, señaló.

“La televisión como televisión abierta tiene una misión de educar y entretener, ahora que lo haga, es otro tema, pero debiera tener esa misión. Lamentablemente el demonio del rating es lo que maneja la televisión”, indicó.

Lo más difícil que le ha tocado vivir

En la conversación, Fernanda tuvo palabras para su rol de madre, revelando que no podrá tener otro pequeño.

“No voy a poder ser mamá de nuevo, es una realidad, y agradecida de que el universo me haya dado una y otra que está en el cielo que me acompañó un ratito. La vida es así, está todo el tiempo demostrándonos que uno no tiene el control de absolutamente nada, lo único que vale la pena es vivir lo que te toca vivir y abrazar lo que te toca vivir. Me dan ganas que la Amalia tuviera un par para pelarme a mi cuando vieja”, contó.

Es que según indicó la profesional, ella sufrió una dolorosa pérdida de un pequeño en 2019, convirtiéndose en uno de los momentos más difíciles y complejos de su vida.

“Yo creo que es lo más difícil que me ha tocado vivir, fue el año pasado, no quise que nadie supiera, es primera vez que lo estoy diciendo. Te preguntan tanto si vas a tener otro hijo. Me hubiese encantado, pero no puedo, la ciencia no me lo permite. Me permitió ser mamá que ya es un milagro, una segunda guagua no se puede”, detalló.

En ese contexto, Hansen indicó que: “la Amelita entra en categoría de casi milagro. Me descubrieron después de perder tantas guagüitas que hay una cierta cosa con Rodrigo que no, algo pasa, Amelita es una bendición, y eso agradezco después de haber pasado un proceso”.

“Me costó, las cosas tienen que tener un proceso de maduración. Es un tema súper silenciado en este país, me dan ganas que se visibilice más, el duelo perinatal. Si las experiencias de vida propia sirven de algo, que alguien más se puede nutrir, hay muchas mujeres que viven ese proceso perinatal muy en silencio”, sostuvo.

La vida con otros ojos

Además, la profesional aseveró que tras el grave accidente que sufrió en 2009 cuando cayó de un caballo, logró ver la vida de otra forma. “Me he operado 5 veces, estoy muy contenta como ha reaccionado mi cuerpo, por eso siempre he dicho que a mí me tocan, pero no me botan, me golpean, pero no me botan”, dijo.

“Yo iba a quedar inválida, tengo muchos angelitos que me cuidan y me siguen cuidando. Me quebré la columna para que la vida me enseñara que las estructuras hay que saber soltarlas, hubo una enseñanza muy profunda que me ha servido para la vida”, cerró.