Uno de los eventos más esperados por las celebridades del mundo es la MET Gala, la cual se realiza en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, y año a año varía su temática de acuerdo a la exposición de arte que presente la galería.

Una de las réplicas más exactas de este evento, es la que se aprecia en la cinta estrenada en 2018 llamada Ocean’s 8, donde ocho mujeres se disponen a robar un costoso collar de la marca Cartier a la anfitriona del evento, interpretada por Anne Hathaway, luego que Debbie Ocean (Sandra Bullock) salga de la cárcel y reuniera a un grupo de selectas contrabandistas para llegar a la preciada joya.

Sin embargo, replicar la MET Gala no es un asunto fácil de hacer, ya que el evento está lleno de lujos y celebridades, por lo que el director de la película, Gary Ross, debió convencer a la directora de Vogue, Anna Wintour, quien organiza la alfombra roja desde 1995.

La participación Wintour, logró que asistieran al supuesto evento las hermanas Kendall y Kylie Jenner, Serena Williams, Gigi Hadid, Dakota Fanning, Kim Kardashian, Tommy Hilfiger, y hasta el chileno Di Mondo, quienes realizan pequeñas apariciones mientras transcurre la fiesta.

No obstante, reunir a todas estas figuras del espectáculo no fue simple, ya que según indicó el director de la cinta, “Anna quería asegurarse de que la estética estuviera a la altura de sus estándares. Le presenté el diseño. Estaba impresionada y conmovida por eso. Y ella dijo: ‘Ok, esto depende de lo que hagamos'”, comentó a la revista Vulture.

Vogue México
Vogue México

Kiernan en escena

Tal fue el deseo de la editora de la revista de moda, que prestó las instalaciones de Vogue para las grabaciones, puesto que el personaje de Sarah Paulson, Tammy, debía infiltrarse en la firma para que el grupo pudiera llegar a su objetivo.

De esta forma, la directora de eventos especiales de la revista, Eaddy Kiernan, también apareció en la película actuando como ella misma, siendo la encargada de contratar al rol de Paulson.

Grabar en el MET

Si bien en varias películas se pueden ver las instalaciones del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, sus organizadores permiten que equipos permanezcan solo dos días trabajando en el recinto, lo que representó otro desafío para Ross, quien logró convencer a los directores del museo de estar durante 10 días en el lugar.

Captura | Warner
Captura | Warner

Según indicó, el trabajo se realizó de manera prolija y exhaustiva durante las jornadas que se extendían desde las 16:30 horas, a las 03:00 de la madrugada.

“Estábamos alrededor de las pinturas de John Singer Sargent y Eakins, y teníamos reuniones de seguridad sobre cómo nos moveríamos a través de este espacio con nuestro equipo, porque nadie quería poner una cámara a través de un John Singer Sargent. ¡Valía más que el presupuesto de nuestra película! Así que se cumplieron muchos protocolos realmente rígidos. Y el MET vio que nos lo tomamos en serio y que no íbamos a arruinar su lugar”, manifestó al citado medio.

Una obra del diseño

“Permitimos que la gente entrara en la gala, por lo que Anna quería asegurarse de que fuera real”, dijo aseverando que tanto la editora como el equipo quería lograr un trabajo bastante realista.

Por lo anterior, también participó de la realización de esta fiesta ficticia el editor general de la revista Vogue en Europa, Hamish Bowles, quien estuvo a cargo de replicar la Exposición del Instituto de vestuario de la realeza que se ve en la cinta.

IMDB | Warner
IMDB | Warner

Para ello, Bowles solicitó a importantes firmas de diseñadores como Jean Paul Gaultier, Alexander McQueen, Valentino y Dolce & Gabbana, que replicaran ciertos atuendos, logrando así el excelente resultado de la exposición que rodea a la gala MET de la película.

Realmente una fiesta

Y si tenías dudas sobre si esta glamorosa fiesta fue o no real, la verdad es que sí existió, ya que el equipo de producción debió montar un cóctel para las estrellas que participaron en la cinta, por lo que mientras unas grababan, otras disfrutaban en otro piso del MET de tragos y comida.

“Creamos una especie de fiesta arriba para todos ellos. Tomamos el comedor ejecutivo y lo convertimos en una especie de club donde la gente podía pasar el rato con un grupo de personas interesantes. Cuando no estaban frente a la cámara, estaban en una fiesta divertida conociendo gente. Y teníamos un montón de joyas Cartier que podían usar si querían, además de complementarlas con otras joyas de millones de dólares”, indicó.

Captura | Elle
Captura | Elle

De esta forma, Ross aseguró que contaban con “un bar y comida. Y cuando necesitábamos una aparición, decíamos: ‘¿Pueden bajar las escaleras durante media hora?’ ‘¡Sí, seguro!’, respondían y luego volvían a la fiesta”, contó.

Para llevar a cabo toda esta producción, la película tuvo un presupuesto de 70 millones de dólares, cifra que valió totalmente la pena pues la recaudación alcanzó 297.7 millones de dólares.