Fue en junio del 2000 que DreamWorks y Universal Studios lanzaron Pollitos en fuga (Chicken Run), una cinta infantil que fue éxito de taquilla, sobre todo en el género del stop motion.

Para esta película, ambientada en Yorkshire, Inglaterra, se contó con un presupuesto de 45 millones de dólares, y al final se logró recaudar US$225 millones (más de 180 millones de pesos chilenos).

A 20 años del estreno de la historia protagonizada por Ginger y Rocky, se anunció de manera oficial que volverá para una segunda parte.

Fue Netflix el que dio a conocer que la secuela de Pollitos en fuga verá la luz en 2021, y que será producido por el estudio Aardman Animations, mismo que trabajó en la primera película y es que la creadora de los icónicos Wallace y Gromit.

Esta noticia, además de alegría para los fanáticos, trajo una polémica. Esto porque según reveló la prensa internacional, Mel Gibson, que prestó su voz para Rocky Rhodes, no volverá a interpretar la voz del ‘gallo volador’.

Según consignó el sitio The Wrap, los dichos antisemitas y homófobos del actor del pasado, serían la razón para no ser considerado para este proyecto. Fue la actriz Winona Ryder la que expresó al Sunday Times que recibió comentarios negativos por ser judía de parte de Gibson. Incluso, recibió críticas por preguntar si contagiaría de VIH por estar cerca de un homosexual.

Estos serían motivos suficientes para dejar fuera de Pollitos en fuga a Mel Gibson. Ni la fecha de estreno, ni la trama de la cinta han sido revelados, pero todo indica que será uno de los estrenos más esperados del próximo año.