A fines de marzo la periodista Nataly Chilet apostaba por un nuevo formato de entrevistas a través de Instagram live, en medio del confinamiento por la alerta sanitaria a raíz del COVID-19, y al que llamó Al otro lado.
Desde ese entonces han pasado dos meses y la profesional ha logrado consagrarse como uno de los espacios que permanecen diariamente con invitados, a diferencia de otros que dejaron su espacio en el camino.
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Sobre cómo se ha sentido en este nuevo formato, Nataly aseguró a Página 7 que estaba contenta con el recibimiento del público. “Estoy feliz, me encanta hacer entrevistas, estuve haciendo eso 6 años cuando estaba en el cable”, recordó.
Grandes invitados
Al mismo tiempo, la modelo aseveró que su idea nació a partir de que encontraba bastante necesarias las comunicaciones en medio del encierro que viven miles de chilenos actualmente. “Es muy importante en estos tiempos acompañar a las personas que están en sus casas, dar contenidos interesantes, entretenidos y yo amo hacerlo”, dijo.
José Antonio Neme, Hugo Valencia, Antonella Ríos, Rocío Marengo, Karen Doggenweiler, Sabrina Sosa y Gino Costa son parte de los más de 30 entrevistados que ha tenido la periodista en su espacio, siendo este último quien la sorprendió con una confesión durante su conversación a principios de mayo.
Todo inició cuando Costa contó que cuando era estudiante curso parte de sus estudios de comunicación en México luego de solicitar un intercambio, todo ello en medio de la inseguridad de que no le gustaba del todo su carrera.
Consultado sobre si había tenido malas experiencias por Chilet, este reveló que había sido arrestado por la policía mexicana y había estado en un calabozo.
“Estaba en una fiesta con amigos de varias nacionalidades, y estaba todo bien y nos íbamos al antro, como le dicen ellos. Yo iba caminando y me dieron ganas de hacer pipí y busqué un árbol”, contó entre risas agregando que todo inició cuando sintió una fuerte patada.
Acto seguido, Gino se habría dado vuelta para enfrentar a la persona que lo había golpeado, momento donde se percató que era un policía. “Me agarraron y me metieron a un calabozo. Ellos te empiezan a coimear y me decían págame 50 lucas, págame 20 lucas si no, no sales”, continuó señalando.
“Yo entré con mi celular y por suerte me escribe un mensaje de texto un mexicano y me dice: ‘No pagues nada, no caigas en eso, deja que pase el rato porque te van a dejar tres horas ahí y te van a sacar porque eso pasa con la mayoría de los extranjeros'”, contó.
Posteriormente, Gino aseguró que lo liberaron pero que él solo pensaba que lo iban a deportar llevando solo tres días en el país, aseverando que nunca más repitió la acción.