Fue hace un año que Netflix lanzó Sex Education, su aclamada serie de comedia dramática que identificó a miles de adolescentes y jóvenes alrededor del mundo.
La producción contaba la historia de Otis (Asa Butterfield), un introvertido estudiante de 16 años e hijo de una terapeuta sexual que en el colegio, junto a otra popular estudiante, Maeve (Emma Mackey), crea su propia consulta clandestina sobre temas sexuales.
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Sex Education cautivó al público porque no es la típica serie de adolescentes llena de estereotipos, sino que mucho más consciente, contingente y representativa. Y su nueva temporada sigue esta misma línea.
El segundo ciclo de la producción Otis tendrá problemas con Ola (Patricia Allison), su polola. Ambos quieren comenzar a experimentar en su vida sexual, pero algo siempre les termina arruinando el momento, o bien la inexperiencia e ignorancia.
Jean (Gillian Anderson), su madre, también tendrá problemas de pareja. Su relación secreta con el padre de Ola y una visita de su exesposo le traerán más de una sorpresa y desilusión.
Por su parte, Eric caerá rendido a los brazos de un nuevo alumno del colegio, pero la confusión de Adam provocará un conflicto en su vida amorosa.
En tanto Maeve, además de intentar superar su amor por Otis, deberá luchar con sus fantasmas del pasado y el regreso de su madre drogadicta. Además, tendrá un nuevo vecino que, al final de la temporada, deja entrever el cambio que provocará en su destino.
La serie se caracteriza por abordar temas contingentes. En la temporada pasada trataron el sexismo, la masculinidad tóxica, homofobia, racismo, salud mental, abuso de poder y el aborto, entre otros.
Ahora, algunos de los tópicos que trata Sex Education son el acoso sexual y los traumas que conlleva ser víctima de ella, drogadicción, autoagresión, la importancia de la comunicación, pansexualidad, bisexualidad, relaciones platónicas y la diferencia entre el amor y el sexo.
Finalmente, al igual que la temporada anterior, es muy dinámica y tiene la chispa del clásico humor británico, el que probablemente muchas te hará sentir vergüenza ajena. Eso sí, hay momentos emotivos que a más de uno podrían conmover.
