Como en cada emisión, los matinales despachan desde la calle distintos temas, ya sea de contingencia nacional o de temas más relajados.

Y precisamente en este contexto es que la semana pasada el animador José Miguel Viñuela recibió un inesperado y ácido comentario por parte de una vecina de Ñuñoa a quien entrevistaba el periodista Simón Oliveros del Mucho Gusto.

La mujer se encontraba en las máquinas de ejercicio de una plaza del barrio, cuando realizaron un enlace con el matinal. De partida, la señora de nombre Ema le lanzó un piropo a Oliveros, diciéndole que lo encontraba guapo, más que cuando lo veía en televisión.

Por lo anterior, el notero le preguntó si tenía algún mensaje para Viñuela, sin imaginar probablemente lo que iba a decir.

¿Hay algo que le quiera decir usted a Viñuela?”, preguntó él, a lo que ella respondió: “Que está muy gordito po’”.

En el estudio hubo un “¡Ooh!” generalizado, a lo que Ema agregó: “Se ha dejado estar. Es amoroso, pero…“.

Oliveros le prestó ropa de inmediato al animador, diciendo que la paternidad lo tenía así. Mientras Viñuela se justificaba con “la ansiedad, el estallido”.

Jose, te relajaste mucho”, seguía diciendo ella firme en su mensaje. “Sí, es verdad, tiene toda la razón. Dile Simón que en este minuto me estoy poniendo a dieta”, bromeó el animador desde el estudio, agregando que nunca le había costado tanto bajar de peso como ahora.

El momento fue bastante lúdico pese al lapidario diagnóstico de la señora, quien incluso le dijo que no tenía que echarse en los laureles porque ahora las mujeres se aburrían. “¡Me están matando! Mi señora está viendo el programa, por favor”, agregó José Miguel entre risas.