Friends es considerada una de las series más exitosas de todos los tiempos, hay quienes aún no pueden determinar cuál sería su personaje favorito de los 6 principales: Ross, Rachel, Phoebe, Joey, Monica o Chandler.

De igual manera existe la participación de invitados especiales, actores habituales y esos papeles secundarios que son una parte fundamental de la historia.

Es el caso de Jane Sibbett, que a primera instancia podría no ser reconocida por la mayoría de los fanáticos, pero si decimos el nombre de ‘Carol Willick’, rápidamente es asociada como la ex esposa lesbiana de Ross Geller.

Aunque en el primer episodio fue realizada por Anita Barone, Sibbett terminó interpretando a Carol en las siguientes apariciones en el aclamado programa.

Carol Willick es la ex-esposa de Ross Geller
Captura Friends

En la actualidad se encuentra alejada de los set de grabación, sin embargo aún actúa, pero todos estos últimos años se ha dedicado a la terapia alternativa conocida como “manos danzantes”.

En el año 2007 se mudó a Hawai y allí comenzó a producir documentales junto a un hombre dedicado al “dancing hands” y al tiempo tuvo una conexión espiritual: “Hace tres años sentí algo en mi cabeza y mis manos comenzaron a bailar, me di cuenta de que tenía un don que me había llegado, algo que hizo click”, confesó en un video difundido en su canal oficial Get Real Collaboration.

Los creyentes de este método de curación realizan eventos alrededor del mundo, donde las actividades van desde la autocuración y empoderamiento, con yoga, estiramientos y baile.

Sibbett admite que a pesar de tener este supuesto don, no se siente una doctora o un reiki: “Esto no lo entrené, sino que de golpe lo aprendí. Sé que no puedo operar una rodilla o los ojos de alguien. Es una fuerza que canalizo, que lo pueden llamar Dios o fuente, para mí es un poder superior. Por eso no me gusta decir que soy curandera, porque sólo lo canalizo”, explicó.

“Si puedo ayudar me siento honrada. Cada vez que alguien viene, y me emociona pensarlo, me siento honrada de verlos sanar”, dice entusiasmada.

Aunque “Janes dancing hands” está lejos de convocar las 250 mil personas por año que ha tocado el instructor que la acercó a esta práctica, la artista interactúa con al menos 100 personas en sus sesiones, que buscan conseguir la paz en las manos de Jane, en sus visitas a distintos rincones del planeta.