El domingo pasado debutó la nueva teleserie de Canal 13 Amor a la Catalán, protagonizada por Tamara Acosta, Catalina Guerra y Cristián Campos, y que promete sacar varias carcajadas al público nocturno.

Desde entonces se han emitido tres capítulos y poco a poco hemos sido testigos de cómo se irá gestando la relación entre ambas familias tras la muerte de Fernando.

En este contexto, uno de los primeros conflictos que se tomó estos episodios, fue la división en partes iguales del patrimonio del empresario, dejando estupefacta a Isabel, quien solo tras su muerte se enteró de esta segunda familia, a la que también incluyó en el negocio de la panadería.

Fue en medio de esta discusión que la actriz Loreto Aravena y su personaje de Danae, se robó la atención entre los televidentes, pues en la entrega del lunes se conoció un curioso tic que tendría el ‘chorizo’ personaje, ya que en medio de una reunión, Danae lanzó un par de garabatos de grueso calibre, aparentemente de manera involuntaria.

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Tal fue el revuelo que causó en redes sociales que la propia actriz tuvo que explicar a qué se debía esta graciosa particularidad. “Ya, sí, Danae tiene Síndrome de Tourette o ‘Taldo’ en buen chileno“, dijo.

Para los que desconocen este trastorno, de acuerdo a la Asociación Americana de Tourette, este síndrome “es un trastorno neurológico que se manifiesta primero en la infancia o en la adolescencia, antes de los 18 años. El síndrome de Tourette se caracteriza por muchos tics motores y fónicos que perduran durante más de un año”.

En cuanto a los síntomas, aseguran que, por lo general, los primeros son movimientos involuntarios (tics) de la cara, de los brazos, de los miembros o del tronco. “Estos tics son frecuentes, repetitivos y rápidos”. El más habitual es el tic facial.

Sobre los tics vocales, lo que presentaría el personaje de Loreto, la organización indica que generalmente se producen junto con los movimientos. “Las vocalizaciones pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos y ladridos. También pueden expresarse como coprolalia (el uso involuntario de palabras obscenas o de palabras y frases inapropiadas en el contexto social) o copropraxia (gestos obscenos)”. Eso sí, advierten que “a pesar de su amplia difusión pública, la coprolalia y la copropraxia no son comunes en trastornos de tics”.