Tras enfrentarse a un desafío de eliminación en el que tuvo que preparar empanadas, Javier Lizama dijo adiós para siempre al programa de televisión MasterChef: los jueces consideraron que estaban crudas y les faltaba sal.

A poco más de un mes de este episodio, el joven viñamarino, en entrevista con el medio nacional Las Últimas Noticias, aseguró que ha participado de múltiples eventos.

Pronto comenzaré a buscar trabajo en lo mío, pero mientras tanto estoy disfrutando este momento”, dijo el ingeniero industrial.

Sobre cómo fue participar de un programa de televisión, Lizama fue enfático en señalar que lo peor fue el bullying que le hicieron en redes sociales.

Me molestaban por hablar con la papa en la boca o porque alguna vez mencioné mis viajes. Fue raro, porque pertenezco a una familia muy normal. Yo trabajé y pagué todos mis viajes”, aclaró.

A lo que agregó que: “Me trataron de cuico y de zorrón, pero ya no me molesta”, indicando que quizás por ello lo han llamado “marcas ricas” y recibido “buen canje”.

Además, Javier rescató la experiencia y las amistades que generó en la competencia. “Igual salí con buena imagen porque no me peleé con nadie y los chefs me tildaron de ser el más caballero de Chile”, finalizó.