Tras la emisión del cuarto capítulo de la octava temporada de Game of Thrones, los fanáticos en redes sociales se volcaron a comentar los sucesos que dejó el episodio y que dejan entrever el inminente enfrentamiento entre Daenerys y Cersei.
Sin embargo, otro momento de ‘The Last of the Starks’ fue bastante comentado: la despedida de Jon Snow de su lobo huargo, Ghost. Bueno, la no despedida. Y es que hubo muchos quienes no le perdonaron al ‘Rey en el Norte’ que ni siquiera lo haya acariciado como muestra de agradecimiento por salvarle la vida en más de una ocasión.
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A partir de ahí hubo varias especulaciones acerca del significado de este emotivo momento. Entre ellas, se habló de que la fría despedida habría servido de metáfora sobre el alejamiento de Jon de la casa Stark.
No obstante, fue el mismo director del capítulo, David Nutter quien salió a explicar esta interrogante. “Dado que los huargos son una creación generada por un computador, sentimos que era mejor mantenerlo lo más simple posible”, dijo el creador al medio inglés Huffington Post.
Nutter también añadió que “siento que de esta forma fue ejecutado de una manera mucho más poderosa”.
Estas palabras fueron apoyadas por Joe Bauer, supervisor de efectos especiales de la serie, quien dijo que traer a la vida a los lobos huargos tiene bastantes dificultades, ya que se obtienen de lobos reales que son filmados y posteriormente, aumentados en escala.
“(Los lobos) sólo se comportan de cierta forma”, lo que hace complejo llevarlos a una escena en particular, dijo el profesional.
Por último, David Nutter señaló que “mantener a Ghost a un lado, creo que resultó mejor”, ya que “luego él (Jon Snow) simplemente camina, se vuelve a Ghost y tiene ese momento con él, que creo que fue muy poderoso”, sentenció.
