La teleserie nocturna Pacto de Sangre ya se encuentra en sus últimas semanas, lo que tiene en ascuas a todos sus seguidores respecto a qué sucederá con cada uno de sus personajes.
Es que la historia de estos cuatro amigos cautivó a muchos en sus casas, quienes cada noche la convierten en Trending Topic, siendo todo un fenómeno en redes sociales.
Aunque aún sigue al aire, el equipo ya terminó con sus grabaciones, es por eso que, en entrevista con La Tercera, algunos de los encargados de la producción dieron a conocer algunos detalles del detrás de cámaras, que incluyen conflictos en el set y algunas ideas que nunca se concretaron.
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El día de furia de Loreto Aravena
Según consignó el medio nacional, todo ocurrió en el inicio de las grabaciones, cuando la actriz se habría enfrentado al director Cristián Mason.
Todo se habría desencadenado por una escena donde se encontraban en una escena donde aparecían Ignacia Baeza, Blanca Lewin, Josefina Montané y Loreto Aravena, instante en que esta última detuvo todo debido a que salía cortada en pantalla.
Frente a esto, solicitó que se grabara de nuevo con ella dentro del cuadro, lo que habría desencadenado un conflicto con Mason; finalmente la escena se hizo como la tenía pensada el realizador.
Muchas alternativas para la muerte de Daniela
Que atravesara un ventanal y cayera por un precipicio, o que se tropezara en la escalera fueron algunas de las opciones de la muerte de Daniela, siendo finalmente la escogida el golpe en la cabeza con el borde de la piscina.
“Buscamos el mejor accidente posible, pero el de la piscina ganó por lejos”, declaró la libretista Catalina Calcagni.
Adiós Feliciano
Mucho se habló en redes sociales de la posible muerte de Feliciano (Álvaro Gómez) que hasta los guionistas lo pensaron, sin embargo, no se concretó. “En algún momento se le dijo a Álvaro que su personaje podía morir”, manifestó Mason.
De hecho, Calcagni detalló que quisieron que los cuatro amigos lo raptaran y luego lo mataran. “Eso cambiaba todo y lo descartamos, como también al principio Feliciano era compañero de colegio de ellos. Pero Ágata (Josefina Montané) estaba muy sola en la historia y lo pusimos como hermano”.
Pero la historia sin víctimas no habría tenido sentido, por eso que “los productores nos dijeron: ‘Hagan una lista para saber quiénes mueren, para ver hasta dónde les hacemos contrato’, reveló la libretista.
La ausencia de Macaya
En medio de las grabaciones, el actor Pablo Macaya sufrió una urgencia médica con sus hijos, lo que lo obligó a ausentarse del set durante algunas semanas.
Ante esta situación, el director explicó que tuvo que tomarse la medida de grabar varias escenas por adelantado. “Fue un esfuerzo nuestro y de sus colegas, que entendieron perfectamente el problema personal de él”. Incluso, trabajaron pensando que podía retirarse de la producción, lo que afortunadamente no pasó.
Respecto al personaje de Gabriel, Calcagni reveló que en algún momento se pensó que tuviese algo con Carmen (Tamara Acosta). “Lo hicimos, pero hubo que reescribir, porque no funcionaba. No estaba en el ADN de Carmen algo romántico y ensuciaba a Gabriel. Meterse con la mamá de la chica muerta era demasiado maldito”.
Caso Spiniak
¿Cómo abordar el tema de la pedofilia? fue la pregunta que se hicieron los guionistas de la producción; para interiorizarse en el tema se leyeron el caso Spiniak completo.
“Estudiamos mucho los planteamientos de las historias, el caso Spiniak lo leímos completo. Tratamos de que fuera súper verosímil lo que estábamos mostrando, lo más riguroso posible”, detalló Catalina Calcagni.
A lo anterior agregó que la idea era mostrar la pedofilia del personaje encarnado por Álvaro Espinoza lo más cuidadosamente posible. “Sugerir más que mostrar y nada grotesco, porque Benjamín es muy pulcro y con harto toc con eso”, afirmó la libretista.
Recordemos que el año 2003 el empresario Claudio Spiniak fue condenado por estupro, prostitución infantil y producción de material pornográfico.
Amigos por siempre
Este era el nombre que iba a tener en un inicio la producción que fue idea original de Pablo Ávila (emblemático productor de TVN), sin embargo, ya estaba inscrito en el registro de marcas, obligándolo a cambiar el plan.
Así es como nace Pacto de Sangre, pensando en cómo sería si un grupo de amigos desde la infancia se ven enfrentados a una situación extrema.
El gorro de Marco
Sin duda el personaje de Néstor Cantillana, Marco, se ha convertido en todo un fenómeno y su gorro negro en un ’emblema’, pero ¿cómo nació esa idea?
Según detalló Catalina, incorporar este accesorio al desquiciado personaje fue idea del actor al igual que fuera adicto de cocaína. “Fue una construcción de él, que es un poco asqueroso, porque ese gorro se veía sucio”, reveló a La Tercera.
