María de Los Ángeles Guerra fue su compañera y el amor de su vida por 50 años. Su partida producto de un cáncer, le cambió la vida a Carlos Caszely.

El exfutbolista todavía llora la partida de su esposa, quien falleció a fines de febrero. Y probablemente lo siga haciendo por mucho tiempo, pues una pérdida así de significativa cala hondo.

Hoy Caszely vive solo en el departamento que compartía con Mary. En entrevista con LUN, contó cómo es su rutina desde que ya no está.

“Me despierto y me apena que no esté conmigo. Entonces me voy a la terraza, prendo un cigarro y me tomo un café. Y lloro, porque no puedo creer que ya no está. Es el sufrimiento más grande que he vivido. En la noche, lo mismo. A la terraza, con el cigarro y el café. Y pienso, recuerdo”, detalló el ídolo de Colo Colo.

Sus cuatro hijos están presentes en su luto. Lo llaman todos los días y “me preguntan si necesito algo, si ya comí o si quiero que me acompañen. Llegan a ser un poco atosigantes, pero los siento a mi lado. Y también acepto y hago todo lo que me proponen”.

Por eso acudió al psicologo y al siquiatra, pues fue idea de ellos. “También me han dicho que hable con un cura y lo he hecho. Hago de todo y no tengo problemas si me dicen que vaya donde un brujo porque igual lo haría. Pero la pena no pasa. Y en realidad, sé que viviré con ella”, aseguró Caszely.

Así también reconoció que “la angustia que hoy siento, seguro que pasará, pero la pena nunca”.

Caszely reconoció, además, que no ha ido a ver a Mary al cementerio, y que no lo hará, pues no le gustan.

Pese a ello, aseguró que “siempre estaré y ella lo sabe. Todos los días nos saludamos. Y cuando llego en la noche al departamento, siento que ella me pregunta cómo me fue, tal como lo hacía siempre. Seguimos juntos”.

Caszely y sus hijos tienen un rito familiar

Carlos Caszely contó al medio que “hace algunos días, fuimos con mis hijos, mis nietos y mi nuera a plantar un árbol a un parque. Un liquidámbar, que tiene la particularidad de que sus hojas cambian de color tres veces al año. Con la Mary habíamos plantado seis, en honor a nosotros y a nuestros cuatro hijos”.

“A ese parque vamos todos juntos, pero también voy solo. Me siento a su lado, pongo una manta, leo, fumo y lloro”, confesó.

El exdeportista también recordó que “le decía a la Mary que si ella se iba yo quería irme con ella. Y me decía que yo era un egoísta por decir eso”, pues debía pensar en sus hijos y nietos.

“Me sentí como el jamón del sándwich. Como que me vino la necesidad de estar con ella, pero también con mis hijos y mis nietos”, aseguró.

Finalmente, contó que quiere convertir en un libro todas las cartas que escribió su esposa.

“La Mary escribía mucho, cosas muy bonitas. De todo, pero especialmente cartas. Una especie de diario de vida donde ella me hablaba a mí, a nuestros hijos, a nuestros nietos, a sus amigas. Quiero convertir todo eso en un libro donde cada carta vaya con una foto de ella con la persona de la cual habla”, detalló.

“En esa aventura de recolectar esas fotos, estaré junto a ella y junto al resto de mis seres queridos”, cerró Caszely.