A seis meses de que se declarara muerto al montañista Juan Pablo Mohr tras perderse en el circuito K2 de Pakistán, se confirmó hace unas semanas que su cuerpo fue hallado, lo que generó un gran alivio en la familia.

Debido a esta noticia, los cercanos de Juan Pablo viajaron a Asia para reclamar los restos del deportista, y de paso vivir lo mismo que él disfrutó por años: escalar montañas.

“Esta ha sido una experiencia increíble para mí, siento muchas emociones, tristes y alegres, por este legado que ha dejado aquí mi Juanpa, apoyado por Federico Scheuch (primo de Mohr), que ha sido mi pedestal”, partió diciendo Carmen María Prieto, la mamá de Mohr, en conversación con el diario Las Últimas Noticias.

De hecho, Carmen María y sus hijas Carmen y Carola, pudieron escalar por los mismos lugares en lo que estuvo Mohr. Incluso, tuvieron la oportunidad de conocer la fundación ‘Climbing for a Reason’, creada por el chileno en el pueblo de Shingar.

Junto con esto, la madre de Juan Pablo confirmó que la familia decidió dejar el cuerpo del montañista en el circuito del K2, la segunda montaña más alta del mundo: “Aquí está solo el cuerpo, me llevo el alma”.

En esta misma línea, Federico Scheuch, su compañero, explicó el por qué de esta decisión: “Estamos muy tranquilos de haber encontrado el cuerpo, se nos resuelven muchas dudas que teníamos. La familia está más tranquila, pero no deja de ser doloroso”.

“La decisión de la familia de Alí Sadpara (acompañante de Mohr en la expedición) también empuja la decisión de la familia de Juan Pablo. Está en el mejor lugar que pudo haber quedado, en el K2”, cerró Scheuch.