El 27 de agosto es un día que Sebastián Villegas, defensa de Rangers, difícilmente podrá olvidar. En aquella jornada, jugando por Antofagasta, recibió una brutal patada en la cara al ir a disputar una pelota con Matías Campos.

El resultado de aquella maniobra fue demoledor: el zaguero terminó con fracturas en el pómulo, órbita, nariz y maxilar, con lesiones serias hacia el cerebro. Tras el complejo diagnóstico, fue operado.

Al año siguiente retomó su carrera pero nada fue igual. “Me costó mucho agarrar el ritmo. Jugaba pero no me sentía bien , siempre estaba frenado por algo. Pensaba que me podía pasar algo”, contó Villegas a Las Últimas Noticias.

Todo empeoró cuando en 2019 sufrió un esguince de rodilla que casi compromete los ligamentos cruzados. “Ahí empecé a pensar mucho. Me estaba costando y me daba miedo chocar con rivales. No lo quería aceptar. Nunca volví a ser el mismo”, dijo el defensor de la escuadra talquina.

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Por lo mismo es que hace un par de semanas decidió hablar con todo el plantel para contarles el calvario que vivía, todo en un emotivo ambiente.

Fue triste, me puse a llorar, parecía que me estaba retirando, pero les recalqué que no podía competir en esas condiciones, que no era justo para nadie estar incomodando”, le dijo a sus compañeros y cuerpo técnico.

Su condición actual

Actualmente, Villegas relata que “me duele la cara, no me siento cómodo con mi ojo y el pómulo. Estoy con licencia psiquiátrica y tratamiento psicológico en la ACHS. La psiquiatra me dijo que tengo estrés post traumático“, manifestó.

Respecto a qué siente cuando entra a la cancha, el zaguero de Rangers explicó que “juego con miedo. Siempre estoy buscando una excusa para no ir al choque. Eso me tiene muy mal”, aseveró.

Me dan golpes de corriente en la cabeza. Me ocurre cuando recibo un impacto durante el juego y cuando voy a la peluquería y me pasan la máquina por la patilla”, sentenció el jugador.