817 kilómetros son los que comprende la Dauphiné 2020, competencia ciclística que se lleva a cabo en Francia y que se encuentra en su tercera etapa este viernes.

Sin embargo, fue en la segunda jornada, que se desarrolló este jueves, en que las inclemencias del tiempo le jugaron una mala pasada a gran parte de los deportistas en la ruta. Primero fueron las altas temperaturas las que debieron soportar los participantes, para luego hacer frente a una intensa lluvia.

Y no cualquier lluvia, ya que las precipitaciones fueron con granizos, los que azotaron al cuerpo de los competidores. Solo el pequeño grupo de avanzada se salvó del caos provocado en la Col de Porte.

Uno de los más afectados fue el belga Tim Declercq, quien compartió a través de sus redes las marcas que dejaron los pedazos de hielo en su espalda.

“Como si el Dauphiné no fuera lo suficientemente doloroso para las piernas”, lamentó el deportista, exhibiendo su torso con las visibles marcas rojas por el golpe de los granizos contra su anatomía.

Tim Declercq
Tim Declercq | Instagram

Afortunadamente, horas más tarde, las marcas comenzaron a desaparecer del cuerpo de Declercq, quien comenzó a recuperarse físicamente para enfrentar la prueba, que se extenderá hasta el domingo 16 de agosto.

Bolas de ping pong

En tanto, los integrantes del equipo Israel Start-Up definieron los granizos “como bolas de ping pong”.

“Muchos ciclistas, incluidos nuestros muchachos, fueron golpeados por una tormenta de granizo, lo peor de todo lo que hemos experimentado. La escena era un caos total… todos corriendo para cubrirse, golpeados con fuerza por mini pelotas de ping pong heladas”, expresaron en Twitter.

El local Maxime Chevalier fue otro de los que resultó con fuertes marcas en su espalda, azotada por los granizos, los mismos que hicieron que el techo inflable de la premiación se viniera abajo.

Maxime Chevalier
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