En 2011 se estrenó la película Soul surfer, conocida en Latinomérica como Desafío sobre olas, que contaba la historia de una surfista llamada Bethany Hamilton, que había perdido un brazo tras ser atacada por un tiburón.

Lo que muchos no sabían, y que de hecho terminaron descubriendo al final de la cinta, es que el personaje interpretado por AnnaSophia Robb no era ficticio. Efectivamente existía Bethany Hamilton, al igual que la historia presentada. Todo estaba basado en hechos reales.

A 9 años del estreno, en Página 7 quisimos revisar la historia de Bethany, para saber cómo está hoy.

Una experiencia al borde de la muerte

Vamos al origen de la historia. Hamilton nació en Hawái en 1990, y como toda su familia era deportista, desde pequeña aprendió a surfear. Su talento era tan grande que llegó a ganar importantes torneos siendo solo una niña.

Lamentablemente, cuando tenía 13 años, mientras estaba en el mar, sobre su tabla, con unos amigos, dejó su brazo izquierdo bajo el agua. En ese momento apareció un tiburón tigre que le arrancó la extremidad debajo del hombro. Si bien perdió el 60% de sangre y su brazo, pudo sobrevivir.

Cuando muchos pensaron que el sueño de Bethany de ser profesional había llegado a su fin, la joven dio cátedra en la superación personal y a 10 semanas del accidente volvió al mar con una tabla adaptada para ella.

Al año siguiente lanzó su autobiografía llamada Soul Surfer: A True Story of Faith, Family, and Fighting to Get Back on the Board (Alma de surfista: Una historia real de fe, familia y lucha para regresar a la tabla) y en 2007 se lanzó un cortometraje de su vida, fue así que su historia dio la vuelta al mundo.

En paralelo no dejó de competir, llegando a disputar torneos profesionales sin ningún tipo de problema, incluso logró ser campeona nacional en Estados Unidos en 2005.

Una vida llena de alegrías

Tras el estreno de Desafío sobre olas en 2011, muchos se preguntaron qué fue de Bethany Hamilton. Tiempo después de que saliera la película su novio Adam Dirks le propuso matrimonio y en 2013 se casó con 23 años.

Mientras seguía compitiendo le llegó una noticia que cambió su vida en 2015: quedó embarazada de su primer hijo, Tobías, y en 2018 nació el segundo, Wesley. Como era de esperarse, ambos heredaron el talento de su madre y ya muestran sus dotes en el surf.

En la actualidad tiene dos grandes proyectos; el primero es su documental Unstoppable (Imparable), donde cuenta en primera persona todos los retos de su vida, su historia de superación y cómo llegó a formar la familia que tiene hoy.

Pero sin duda el más grande desafío sobre olas que tiene Bethany en mente está programado para 2021. Y es que tras años sin competir de manera oficial, la surfista se prepara para regresar al circuito mundial. Para esto se prepara para las clasificatorias a sus 30 años, por lo que sin duda aún tiene mucho camino por delante.