Cada año aparecen nuevos tenistas que prometen romperla en el circuito profesional. En este sentido, llamó la atención el nombre de Duckhee Lee, quien ganó hace unos días su primer partido en la ATP. ¿Qué tiene de particular? Es el primer jugador sordo que consigue esto.
Fue en el torneo de Winston-Salem que derrotó al suizo Henri Laaksonen, por parciales de 7-6 (7-4) y 6-1, en la previa del US Open. Si bien luego perdió en la ronda de los 32 mejores, su triunfo dio la vuelta al mundo.
La historia del número 208 del ranking mundial no es un desconocido en el mundo del tenis, por eso en Página 7 quisimos revisarla y nos encontramos con que es digna de destacar.
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Cuando el surcoreano tenía dos años, fue diagnosticado con sordera, pero fue recién a los seis que logró darse cuenta de su incapacidad auditiva. Eso no fue impedimento para que iniciara, teniendo siete años, a jugar tenis. En este sentido, debió aprender y asumir que no podía escuchar nada de lo que ocurría en su entorno en el campo.
Debido a que es sordo, Lee no puede oír cuando su rival golpea con la raqueta la pelota, cuando el juez central da una orden, o si gritan si la pelota fue ‘out’. A partir de esto, el jugador siendo niño aprovechó lo que le enseñó su mamá, Mi-Ja Park: a leer los labios.
Gracias a su gran capacidad visual, el tenista aprendió a enfocarse en la pelota y a leer los movimientos de sus oponentes: “Al principio fue un shock, porque me sentía muy diferente al resto de la gente. El tenis es mi mejor oportunidad para sobrevivir en una sociedad normal”, comentó en conversación con los medios oficiales de la ATP.
De ahí en adelante, Duckhee Lee comenzó a hacerse notar en el circuito junior del tenis. A sus 14 años obtuvo su primer punto ATP, por lo que ya estaba en el ranking mundial. Esto lo ayudó a reunirse con Rafael Nadal, con quien entrenó para la preparación de un Roland Garros hace unos años, todo porque ya estaba entre los 10 mejores juveniles del mundo.
“Tiene una historia de superación que es fascinante e inspiradora. Lo que tenemos aquí es que, los esfuerzos que hacemos nosotros son pequeños comparados con lo que él hace (…) Imagínate que estás jugando en una cancha en la que la música está a todo volumen, y no puedes escuchar el sonido de la pelota y vas a ver cómo pierdes la sensación; bueno, este chico es capaz de jugar sin escuchar nada, ni el pique de la pelota, ni el impacto, y lo hace muy bien”, comentó Rafa en su momento.
El jugador rompió todos los esquemas en el tenis mundial. Como la sordera no es un impedimento para ser profesional, Lee se las ingenió para llegar al puesto 130, teniendo solo 17 años para 2017.
Esto lo consiguió gracias a los 11 Torneos Futuros que ganó; varias victorias en Challengers; y participaciones en Qualies como Shenzhen 2015, Auckland y Tokio 2016, en Marrakech 2017 y en Antalya 2018. Fue así como llegó a Winston-Salem, donde logró posicionarse finalmente como el 208 del mundo, a sus 21 años.
A story to remember! Duckhee Lee is making history as the first deaf professional tennis player on the @ATP_Tour. We had a chance to sit down with him to uncover this incredible story.💫
(This content has been translated and paraphrased)
—#wsopen#builtforthesouth pic.twitter.com/aqpHJ7gXgA— Winston-Salem Open (@WSOpen) August 19, 2019
“Algunas veces la gente me decía que por mi discapacidad no podría seguir jugando, se burlaron de mí. Definitivamente fue difícil, pero mis amigos y familiares me ayudaron a superarlo. Quería mostrarles a todos que podía hacer esto. Mi mensaje para las personas con discapacidad auditiva es que no se desanimen. Si te esfuerzas, puedes hacer cualquier cosa”, reflexionó Lee tras ganar su primer partido oficial.
Claro que también hay detalles que hacen que este joven sea único. Lee sabe leer los labios, pero no sabe lengua de señas, por lo que siempre está su novia, Soopin, quien se encarga de ayudarlo con las traducciones.
El surcoreano se ha convertido en una fuente de inspiración para muchas personas, por lo que se espera que si a sus 21 años ha logrado todo esto, entonces tiene un futuro prometedor en el circuito profesional.
