Cada vez que Kim Kardashian pisa un escenario, es comentario obligado en el mundo del espectáculo internacional. Ya sea por su peinado, atuendo o maquillaje.

Y esta vez no fue la excepción, ya que la influencer llegó hasta el show de Balenciaga en el marco de la semana de la moda en París con un excéntrico outfit.

La socialité ocupó una cinta adhesiva amarilla con el nombre de la marca, que la cubría desde el cuello hasta los pies. Además, complementó su outfit con un bolso Hourglass de la misma casa de moda.

En los videos compartidos en las redes sociales, se puede ver a Kim caminando un tanto incómoda, ya que apenas podía moverse con facilidad.

Pero eso no es todo, ya que sentarse era otro tema para la empresaria, que tuvo que hacerlo con mucho cuidado con el fin de no dañar el atuendo y que no se rompiera.

 

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Según señaló Vogue, una de las principales críticas de moda del New York Times, Vanessa Friedman, estuvo sentada a pocos metros de la celebridad, señalando además, que el traje hacía un ruido molesto.

“Tengo miedo de que se rompa cuando me siente. ¿Debería simplemente dejar que se rompa?”, habría señalado Kim, según Friedman.