La jueza Brenda Penny ordenó este viernes el fin de la tutela legal de manera inmediata de la cantante estadounidense Britney Spears, que tiene una fortuna valorada en cerca de 60 millones de dólares, tras 13 años.

El fallo supone una nueva victoria para la artista, quien en junio pasado se pronunció por primera vez en contra de su progenitor, que dejó de ser su tutor en septiembre por orden de la misma jueza.

La custodia de la cantante se mantuvo entonces a cargo de un funcionario del estado de California y no ha sido hasta este viernes cuando Spears ha quedado finalmente libre de cualquier tutela legal.

Tras hacerse pública la decisión, cientos de seguidores de la cantante, de 39 años, congregados fuera de la sede de la Corte Superior de Los Ángeles reaccionaron de inmediato lanzando confeti rosa al aire y con cánticos a favor de Spears, que había tachado de “abusiva” su tutela legal con anterioridad.

En declaraciones ante ese tribunal en junio, Spears suplicó que le dejaran recuperar su vida y denunció que, aunque le gustaría tener un bebé, su tutor, en ese entonces su padre, no le dejaba ir al médico para quitarse el DIU (dispositivo intrauterino) que tenía insertado.

El caso dio un giro en septiembre después de que el diario The New York Times publicara un reportaje con declaraciones de tres personas que habían trabajado para la artista durante su tutela: un empleado de seguridad, una asistente y su jefa de vestuario.

Entre los testimonios más espinosos, el exempleado de seguridad afirmó que el padre mandó colocar micrófonos en la casa de Britney, cuyas llamadas y mensajes eran interceptados, incluyendo las comunicaciones con su propio abogado y sus hijos.