Una cuantiosa herencia habría dejado el Duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril a los 99 años, y cuyo deceso generó el esperado encuentro entre los hijos de la princesa Diana, George y Harry.

De acuerdo a lo informado por una fuente del palacio al Daily Mail, serían casi 35 millones de euros, algo así como 30 mil millones de pesos chilenos, los que dejó el príncipe Felipe, y cuya principal heredera sería nada más que la reina Isabel II.

Eso sí, otros tres miembros del palacio también recibirán una cantidad importante de la fortuna, correspondiente a su secretario privado Archie Miller-Bakewell, y sus ayudas de cámara William Henderson y Stephen Niedojadlo, quienes lo acompañaron durante sus últimos años de vida.

“A diferencia de otros miembros de la realeza, el príncipe Felipe fue generoso con los tres hombres que lo cuidaron hasta el final”, manifestó la citada fuente.

De hecho, los tres sujetos participaron del cortejo fúnebre del Duque de Edimburgo, estando atrás de los seis hombres que acompañaron el féretro el pasado 17 de abril, en una ceremonia en la que solo participaron algunos miembros de la realeza.

La sorpresa de Harry

Sin embargo, esa no fue la única sorpresa a la que se enfrentó la Familia Real Británica, pues pese a lo que muchos podrían pensar después de la entrevista del príncipe Harry y Meghan junto a Oprah Winfrey, el príncipe no desheredó a su nieto.

“El Duque de Edimburgo no era la clase de hombre que castiga a un nieto por portarse mal. Era un hombre muy justo, imparcial y encantador. Nunca le guardó rencor”, manifestó.

En tanto, la misma fuente del citado medio aseguró que sus hijos Andrés, Carlos, Ana y Eduardo, podrán “coger lo que quieran” de su colección de 13 mil libros de su biblioteca en el Palacio de Buckingham, la cual fue trasladada a Wood Farm en Sandringham.